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España ordena parar al arrastre que faena en Portugal por no tener días

Marcos Gago Otero
marcos gago REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

RAMON LEIRO

Los armadores, obligados a intercambiar jornadas para regresar al mar

07 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La pesadilla de todo armador: días de trabajo agotados y barcos en tierra. Ese ha sido el panorama al que han tenido que enfrentarse, desde el 27 de diciembre hasta este jueves, los arrastreros gallegos que faenan en Portugal. Una situación de difícil salida, que obligó a los armadores a intercambiar días de trabajo con otros barcos, al amparo del reglamento comunitario. Los pesqueros habían agotado sus jornadas laborales del 2011 y España, aplicando la normativa de forma estricta, les comunicó que no podían salir al mar hasta el 1 de febrero. La medida causó malestar entre los afectados. Entre ellos, la cofradía de Marín, cuyo patrón mayor, Luis Santiago, protestó por que la paralización no rigiese también para la flota andaluza.

Cuatro arrastreros de Marín trabajan en Portugal dentro del plan de recuperación de la merluza. La normativa legal fija unos días de trabajo al año, que en el 2011 fueron 167. Una diferencia de criterio sobre estas jornadas hizo que los gallegos sobrepasasen los días que tenían asignados. Según el patrón mayor marinense, la paralización de la flota era de esperar ante la falta de acuerdo, con lo que solo les quedó aguardar y buscar «nichos de días disponibles de otros barcos».

Esa discrepancia entre Estado y flota se evidenció cuando la Secretaría General les comunicó que habían agotado los días de esfuerzo pesquero, extendiendo la penalización a enero.

El gerente de la asociación de armadores de Marín, Francisco Teijeira, representa a tres de los cuatro buques de este puerto implicados. Teijeira lamentó la lentitud de respuesta de la Administración central a sus necesidades. Explicó que hacía ya un tiempo que se veía venir este problema y que su asociación había tramitado una solicitud de intercambio de días ante el ahora extinto Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino hace dos meses. Esa autorización expresa era necesaria para que España comunicase a Portugal que los barcos podían faenar sin problema. Pero la respuesta no llegó a tiempo y la Administración española se limitó a comunicar a sus homólogos lusos que los buques no podían pescar más abajo de la desembocadura del Miño.

Solución momentánea

Esta situación está ya solventada «momentáneamente», según precisó Teijeira, después de que Madrid, pendiente de verificar algunos puntos por vía administrativa, diese el visto bueno el jueves al intercambio de días y así se lo comunicase a Portugal. El jueves, algunos de estos barcos zarparon de Marín .