
Pide que se devuelvan sanidad, educación y justicia, y ceder los servicios sociales y el transporte a los ayuntamientos
11 abr 2012 . Actualizado a las 15:02 h.Esperanza Aguirre cree tener la solución para recortar de verdad y sortear la crisis: «Revisar en profundidad» el modelo autonómico, adelgazarlo hasta el extremo de vaciarlo prácticamente de contenido. Así se lo trasladó ayer a Mariano Rajoy, con quien se entrevistó en el palacio de la Moncloa. Su propuesta incluye la devolución al Estado, «si España lo necesita», de las competencias de los dos grandes servicios básicos, la sanidad y la educación, que suponen el 80 % del gasto de las comunidades, y de la justicia, que es un poder estatal que no debe compartirse con las autonomías. También contempla la cesión a los ayuntamientos del transporte y los servicios sociales.
Aseguró que este trasvase de competencias, que eliminaría «duplicidades y triplicidades», supondría un ahorro de 48.000 millones, según el «cálculo modestísimo» que ha hecho. «Nos quedaríamos sin trabajo los políticos, pero ya buscaríamos», apostilló. En su opinión, si las competencias que ejercen las comunidades «fueran para arriba y otras para abajo se podría prescindir de altos cargos, Parlamentos regionales, conductores, asesores, jefes de protocolo, edificios, alquileres...».
«Nos quedaríamos sin trabajo los políticos, pero ya buscaríamos»
Pero Aguirre no solo abogó por la recentralización por una cuestión de ahorro, sino debido al fracaso que, en su opinión, ha sido el modelo autonómico, que «no ha servido para lo que se diseñó, integrar a los nacionalistas catalanes y vascos», sino que el café para todos ha encarecido y complicado el funcionamiento de las otras 15 autonomías. La dirigente popular afirmó que es «imprescindible la colaboración con el PSOE» para acometer esta gran reforma, por lo que pidió a Rajoy que busque su apoyo, siempre que se aleje de los «radicales comunistas» y muestren su rostro «socialdemócrata moderado europeo».
Rajoy descalificó horas después a su correligionaria. En la sesión de control del Senado, el presidente del Gobierno aseguró que «ni se plantea ni se discute» un debate sobre el Estado autonómico. Eso sí, reiteró su llamamiento para que las comunidades reduzcan su déficit, «una prioridad básica y capital».
La iniciativa de Aguirre llega en un momento en que las autonomías están en el punto de mira de los mercados, que no se creen que sean capaces de cumplir el déficit. Nacionalistas vascos y catalanes apoyaron la propuesta de Aguirre, siempre, claro, que no afecte a sus comunidades. Artur Mas no puso objeciones a la recentralización para las autonomías «artificiales», no a las históricas. El diputado del PSOE Rafael Simancas pidió a los dirigentes del PP y del Gobierno que «dejen de decir barbaridades», sobre todo a Aguirre.
«Espantá» de Rajoy
Más rocambolesca resultó la espantá de Rajoy, que evitó a los periodistas que lo aguardaban a la salida del Senado para recoger sus impresiones sobre la escalada de la prima de riesgo. Viéndose rodeado por los medios de comunicación y ante la imposibilidad de abrirse paso entre la nube de micrófonos que lo rodeaba, el jefe del Ejecutivo prefirió darse la vuelta y abandonar la Cámara alta por el garaje.