De Guindos desoye las presiones de la banca y sube el listón del saneamiento
ECONOMÍA
El sector trató ayer de frenar el decreto bajo amenaza de que más provisiones cortarán el crédito
11 may 2012 . Actualizado a las 16:01 h.Las dudas de Bruselas, del FMI y de los mercados sobre el sistema financiero español han pesado más que la presión ejercida durante las últimas horas por la gran banca sobre el Gobierno para intentar frenar los nuevos requerimientos de solvencia que hoy tiene previsto aprobar el Consejo de Ministros, tal y como avanzó el pasado miércoles el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Economía tenía todavía ayer varias alternativas sobre la mesa para dar contenido a la segunda reforma financiera firmada por el ministro De Guindos en menos de tres meses. La existencia de varios borradores, ninguno de ellos definitivo, a pocas horas de su pretendida entrada en vigor, provocó que el malestar existente en la élite bancaria se hiciera escuchar en las altas estancias del Gobierno con el objeto de intentar retrasar el decreto de nuevas provisiones inmobiliarias al menos hasta el próximo viernes, 18 de mayo, alegando que «es una reforma precipitada y todavía muy verde».
«Tiene que ser un plan global, serio, riguroso, con medidas creíbles y fuertes», afirmaron fuentes financieras, que criticaron el grado de exigencia de entre 35.000 y 40.000 millones de euros de nuevas provisiones (después de que en febrero impusiera 54.0000 millones de saneamiento) contemplado en alguno de los borradores que circulaban ayer por los despachos. «Si el Gobierno quiere meter una presión excesiva va a acabar llevando al sector a pérdidas, que es lo contrario que tiene que hacer para que fluya el crédito», advirtieron fuentes financieras, que se mostraron especialmente críticas con el tratamiento indiscriminado de la medida que planeta el Gobierno. «No distingue a los que lo hacen bien de los que lo han hecho mal. Esto provocará pérdidas a varias entidades, que estarán abocadas a vender activos o fusionarse», afirmaron.
Hasta un 30 % adicional
¿Cómo va a ser la reforma financiera? A falta de conocer la letra pequeña del decreto, el Ejecutivo endurecerá las provisiones inmobiliarias de la banca y permitirá aparcar estos activos tóxicos en firmas externas, las denominadas sociedades de liquidación inmobiliaria, en un intento de dar una imagen más limpia del sector. «Lo que se busca es que el saneamiento de los bancos reduzca los costes de financiación de estas entidades al mejorar su transparencia y su credibilidad», explicaba ayer un portavoz de Economía.
A la espera de conocer las nuevas provisiones demandadas y cómo quedará el texto definitivo, según los documentos remitidos al sector, el requerimiento de cobertura adicional estaría entre un 23 y un 30 % (frente al 7 % actual, según la ley promulgada por De Guindos el pasado mes de febrero), en un plazo de tiempo determinado, entre uno y dos años.
Para los bancos que no puedan llevarlo a cabo, el Estado, a través del FROB, arbitrará un sistema de coberturas en forma de avales, que permitirá a las entidades realizar las provisiones con menos premura.
Estos avales garantizarán que las pérdidas que puedan producirse en la cartera inmobiliaria estarán cubiertas. Se tratará, en cualquier caso, de una medida que no será gratuita, y que obligará a las entidades a pagar una prima anual por ella. Además, las firmas que la disfruten estarán obligadas a presentar planes de saneamiento, que deberán pasar por la venta de activos o por procesos de integración. En un primer borrador, se pretendía exigir provisiones por todos los créditos hipotecarios para la compra de vivienda y por la financiación a las pymes. Parece que esta exigencia pudo haber caído del texto.
Limpieza de balances
Tras el saneamiento, los bancos podrán sacar los bienes inmobiliarios de su balance y traspasarlos a sociedades externas, cuya creación quedará regulará también hoy. Los bancos colocarán los activos en estas sociedades con un fuerte descuento, sin miedo a sufrir pérdidas por las fuertes dotaciones realizadas.
Esta medida será de carácter voluntario para cada banco, que podrá decidir entre constituir las sociedades inmobiliarias en solitario o en asociación con otras entidades financieras.