La compañía aérea estadounidense American Airlines y su casa matriz, AMR, amparada en la ley de quiebras, anunciaron el viernes que han alcanzado un acuerdo con sus acreedores que implica estudiar posibles fusiones. Una decisión que la compañía ha adoptado ante la presión de los empleados.
AMR ha firmado un «protocolo de acuerdo, según el cual, la empresa y el comité oficial de acreedores aceptaron conjuntamente» ciertas medidas, y en particular estudiar «escenarios de consolidación», sin que eso signifique que «la empresa tenga la intención de llevar a cabo tales operaciones», rezaba el comunicado. «Buscamos lo mejor para la empresa, nuestros empleados y nuestros socios financieros. Y eso incluye la posibilidad eventual para American de fusionarse más tarde», añade el texto.
Hasta ahora, el grupo se había negado rotundamente a buscar una fusión antes de salir de la quiebra. No obstante, en abril, el presidente ejecutivo de US Airways, Douglas Parker, dijo a sus empleados que la empresa había iniciado los primeros pasos para una posible unión con American Airlines.