La UE inicia otra semana de infarto con la mirada puesta sobre España

pablo sanguinetti BERLÍN / DPA

ECONOMÍA

El Gobierno pedirá hoy formalmente el dinero del rescate de la banca

25 jun 2012 . Actualizado a las 10:39 h.

La solicitud formal hoy del rescate a la banca española y la cumbre europea del jueves y el viernes marcarán el principio y el final de una semana que puede modificar el paisaje de la crisis en Europa. Madrid, Berlín y Bruselas concretarán en estos cinco días procesos que llevan meses gestándose, desde el esperado final del thriller en torno a las ayudas a España hasta la incorporación de la palabra «crecimiento» al discurso anticrisis alemán.

«Una mera formalidad», así definió el ministro de Economía, Luis de Guindos, la solicitud del rescate a la banca española. La petición es «una carta de dos párrafos en la que no aparece ningún tipo de cantidad», según De Guindos. Pero no piensa lo mismo el resto de Europa. Desde la canciller alemana, Angela Merkel, hasta el jefe del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, pedían a Madrid que solicitara «cuanto antes» las ayudas para calmar a unos mercados ávidos de claridad y detalles.

Auditoras

El Gobierno, que sigue evitando la palabra «rescate», calla el monto que pedirá de los hasta 100.000 millones que tiene a su disposición. Las auditoras estiman necesarios hasta 62.000 millones, y la sola mención de una cifra bastó para bajar el viernes la prima de riesgo (480 puntos) y subir el Ibex (1,5 %).

Sin embargo, la cantidad definitiva no se conocerá hasta el 9 de julio, en la reunión del Eurogrupo, aunque la cita crucial será el jueves y el viernes, con la cumbre de líderes de la UE en Bruselas, que planean completar su receta de disciplina presupuestaria con nuevas medidas de estímulo al crecimiento.

«Deseamos un paquete de 130.000 millones de euros», explicó el primer ministro italiano, Mario Monti, tras una minicumbre en Roma con Merkel, Rajoy y el presidente francés, François Hollande. El encuentro refleja nuevos aires, reposiciona a Rajoy en la escena internacional y marca distancias con los tiempos en que «Merkozy» (por Merkel y el anterior presidente francés, Nicolas Sarkozy) definían por su cuenta el destino europeo. Para reforzar la importancia del eje Berlín-París, Merkel y Hollande volverán a reunirse un día antes de la cumbre.

La llegada del socialista es uno de los factores que explican la flexibilidad de Merkel, junto a la evidencia de que el ahorro no basta para resolver la crisis. Y no hay que olvidar dos razones internas. Primero, la oposición, que le exigió el paquete de estímulo a cambio de apoyar en el Parlamento el pacto fiscal europeo y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Segundo, porque la propia Alemania empieza a sentir la crisis. El clima de inversión, la confianza empresarial y la recaudación retroceden, según indicadores conocidos en los últimos días.