Los inversores consideran insuficiente el recorte de tipos del BCE y castigan la negativa a comprar deuda con el descalabro de la Bolsa y una escalada de la prima de riesgo
06 jul 2012 . Actualizado a las 10:43 h.La prima de riesgo, por las nubes, y la Bolsa, por el suelo. Ha vuelto a ocurrir que los mercados reaccionan de forma airada cuando no ven cumplidas sus expectativas. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunció ayer una bajada de tipos de interés histórica (del 1 al 0,75 %), a partir del 11 de julio. Era una medida que ya estaba prevista, pero a mayores el BCE acordó dejar en cero el interés que paga a los bancos por los depósitos a un día para que el dinero fluya y llegue a empresas y consumidores.
Pero los mercados esperaban más de Draghi: que el BCE anunciase la reactivación del programa de compra de deuda soberana -sobre todo, de países en riesgo como España e Italia- e inyectase liquidez. Pero no será así. Tras la intervención del presidente del BCE, la prima de riesgo española escaló hasta los 539 puntos (44 más que el miércoles) y la Bolsa bajó casi un 3 % dejando por el camino los 7.000 puntos (cerró en 6.954).
Natalia Aguirre, directora de Análisis de Renta 4, expresó sus dudas sobre la efectividad de que la supresión del interés para los depósitos a un día de los bancos (800.000 millones) logre el objetivo esperado por el BCE de que circule más dinero de los bancos hacia empresas y particulares. «El recorte no está mal, pero no hay una cadena de transmisión», destacó Aguirre.
El propio Draghi admitió que «hay países como Francia donde el flujo de crédito sigue adelante y hay otros en los que se está reduciendo. Esto está relacionado con factores nacionales, el crédito está movido por la demanda y si es débil no habrá movimiento crediticio».
Aguirre justificó la decepción de los mercados con el BCE, del que se esperaban más medidas intervencionistas a corto plazo para reactivar la economía, entre tanto se materializan los acuerdos políticos adoptados por el Eurogrupo hace una semana. Otros analistas, en cambio, señalan que no esperaban que el BCE diese un giro de 180 grados en su política de no comprar deuda e inyectar liquidez.
Subasta del tesoro
La decisión del BCE llegó el mismo día en que el Tesoro Público se examinaba de nuevo ante los mercados. Ayer logró captar 3.000,72 millones de euros en bonos y obligaciones, con una demanda que duplicó de largo a la oferta. La mala noticia es que el interés de los títulos a diez años, que sirve de referencia para medir el riesgo país, se disparó hasta el 6,505 %, su mayor cota desde noviembre del 2011.