De Guindos cederá atribuciones al Banco de España, que estará supervisado por el BCE
11 jul 2012 . Actualizado a las 11:04 h.Para no imponer condiciones a España, como sostenía hasta ayer mismo el ministro de Economía, Luis de Guindos, el borrador del Memorando de Entendimiento (MoU) que regirá el rescate de hasta 100.000 millones de euros para la banca supone un hachazo para las competencias nacionales en materia financiera. El documento recoge hasta 32 exigencias a cada cual más dura, incluyendo un auténtico arrebato de competencias en materia financiera, pues Economía cederá poderes al Banco de España y este estará férreamente vigilado -tutelado de facto- por BCE.
Transferencia de competencias al BE
Una de las condiciones que establece el borrador del acuerdo es que el Ministerio de Economía tendrá que ceder al Banco de España antes de que finalice el año poderes sancionadores, así como para otorgar licencias, lo que se conoce como «fichas bancarias».
Control periódico por la troika
Pese a la transferencia de poderes que le hará De Guindos, el supervisor -en horas bajas y con su reputación profesional cuestionada- tampoco será quien tenga la sartén por el mango, pese a que Bruselas sostiene que «debe garantizarse un mayor refuerzo de la independencia operativa del Banco de España». Pero tras tal afirmación, el Eurogrupo deja claro que su escrutinio será constante y minucioso, es decir, que el supervisor español estará literalmente tutelado. La troika formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) tendrán acceso a todos los datos del sistema financiero español, que también podrán inspeccionar sobre el terreno, algo hasta ahora que únicamente podía hacer el Banco de España. Además, los «hombres de negro» realizarán «misiones» periódicas para comprobar el cumplimiento de lo pactado, como las exigencias macroeconómicas, de lo que el Gobierno deberá dar cuenta a través de informes trimestrales.
Creación de una institución fiscal independiente
Dada la dudosa labor realizada por el Banco de España durante esta crisis financiera, la eurozona exige también que se cree una institución fiscal independiente que supervise la política fiscal del país.
Examen de las deficiencias de funcionamiento del Banco de España
La institución que ahora gobierna Luis María Linde encaja otro amargo correctivo, ya que tendrá que realizar un examen interno para detectar las posibles deficiencias en su funcionamiento, especialmente en lo que respecta a los cuerpos de inspectores que evalúan el riesgo del sistema financiero. Dicho ejercicio deberá estar listo antes de finales de octubre. A esto se suma el mayor control al que se verá sometido por las autoridades europeas.
Exigencias macroeconómicas, con la subida del IVA a la cabeza
Las «recomendaciones» de primavera de la Comisión Europea son ahora exigencias para España a cambio del rescate de la banca. De este modo, la reducción del déficit y el control de la desbocada deuda pública son, junto con las reformas estructurales impuestas por Bruselas, innegociables. Ejemplo de ello es la inminente subida del IVA, confirmada el lunes por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras haberla demonizado primero y descartado después.
En la lista de medidas por tomar bajo la creciente presión europea están rediseñar el sistema fiscal para que «apoye más el crecimiento», es decir, gravar menos las rentas del trabajo frente al alza del IVA, aplicar la reforma laboral o suprimir la deducción por compra de vivienda, restablecida por Rajoy tras llegar al Gobierno. Liberalizar los servicios profesionales y los horarios comerciales o resolver el déficit tarifario eléctrico también están en la agenda.
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