Petrobras y la Armada de Brasil negociarán acuerdos con los astilleros gallegos
ECONOMÍA
Navantia pujará por la renovación de la flota militar, y el naval privado, por los buques de apoyo para la petrolera
20 nov 2012 . Actualizado a las 10:29 h.La política, a veces, puede abrir puertas y eso es lo que intentó ayer el presidente, Mariano Rajoy, aprovechando su encuentro en Madrid con su homóloga brasileña, Dilma Rousseff.
Sobre la mesa había cuestiones como la posible participación de empresas españolas en las nuevas infraestructuras que se están levantando en el país brasileño. Por ejemplo, en el tren de alta velocidad que unirá Río de Janeiro y São Paulo. Pero Rajoy echó mano de un informe elaborado por la Xunta tras la reciente gira del presidente Feijoo y un grupo de empresarios por los astilleros brasileños para explicar a Rousseff lo que el naval gallego puede hacer por el sector de su país. «Hemos hablado de Petrobras, de la construcción de buques y de las necesidades que tiene Brasil de hacer determinadas contrataciones. Tenemos magníficos astilleros y hemos hablado de cosas que podría hacer Navantia», manifestó el jefe del Ejecutivo español.
Rajoy y Rousseff reconocieron el interés de ambos países en la colaboración entre astilleros para fomentar asociaciones y transferencia de tecnología en la construcción y reparación de buques, pero sin más detalles.
Fuentes conocedoras de las conversaciones mantenidas revelan que las mayores posibilidades de contratación se presentan para Navantia, a través del proyecto Prosuper, que prevé la construcción de 11 buques para la Armada brasileña por un valor de 5.000 millones.
El plan comenzaría por la transferencia de tecnología y construcción de buques en astilleros brasileños, además de alguna unidad en España.
El otro objetivo de negocio es Petrobras. La compañía está en plena fase de ampliación de la flota de apoyo a las plataformas petrolíferas, un mercado al que optarían los astilleros gallegos, bien mediante sociedades mixtas en Brasil o bien pujando por las unidades que finalmente la compañía decida sacar a concurso por falta de capacidad para asumir su construcción en los negocios locales.
Aprobación del «tax lease»
Ante este escenario prometedor, aunque poco concreto todavía, el naval gallego aguarda hoy que la Comisión Europea autorice la entrada en vigor de un nuevo sistema de incentivos fiscales a la contratación de buques, tras 18 meses de bloqueo.