El presidente del Consello Galego da Avogacía se muestra muy crítico con el decreto de protección a deudores hipotecarios
21 nov 2012 . Actualizado a las 17:30 h.No se puede decir un viernes que el lunes se arreglará todo. Para cambiar una ley como la hipotecaria se necesita un período de seis meses a un año. Los intereses de los consumidores son tan legítimos como los de la banca», dice Antonio Platas, presidente del Consello Galego da Avogacía, muy crítico con el decreto de protección a deudores hipotecarios, «un grave error».
-¿Le han pedido opinión a los abogados?
-No. Y ni tan siquiera el PSOE la avala. Aquí quien tenía que haber previsto la que se venía encima era el Gobierno, este y el anterior, que se dedicó a negar la crisis. Ahora nos vienen con esto mientras se dan millones a la banca y ni un duro a los ciudadanos en apuros. Mire, el problema no es de hoy. No hace mucho la banca pedía prestado en los mercados internacionales al 1 o 2 % y daba créditos al 4 o al 5 %. Ahora le piden que devuelva el dinero y el Estado tiene que salir al rescate.
-¿Qué errores aprecia en el decreto?
-El principal, que no se pone coto a los intereses de mora. Y no sabemos qué va a pasar de aquí a dos años, si esas economías familiares se habrán recuperado o si solo se han aplazado las cosas y tendrán que volver a negociar una deuda más grande. Luego están los umbrales económicos, son arbitrarios.
-¿Va a servir el documento que presentaron afectados ante los jueces para frenar las ejecuciones?
-Dependerá de los jueces. Los abogados los apoyamos para dejar de aplicar de inmediato. La abogacía se solidariza con la judicatura para, en defensa de la ciudadanía, dejar de aplicar de inmediato una ley anacrónica y con efectos desproporcionados que desestabilizan la sociedad. No podemos esperar a tener a un millón de personas bajo los puentes. Con este documento, el Consejo de la Abogacía lo que quiere es sensibilizar a los jueces y a la opinión pública.
-¿Por qué falla la ley?
-Porque fue hecha en 1909 para regular la relación entre los bancos y los aristócratas. Hace años que la realidad social ha cambiado. No sirve para regular las relaciones entre la banca y el ciudadano común. Lo más grave es que no contempla fase declarativa, donde el juez puede entrar a evaluar la situación del deudor. El juez es esclavo de la ley, que solo le dice que fije la subasta, solo existe fase de ejecución.
-¿Cómo se cambia esta situación?
-La justicia empieza en el despacho del abogado. Somos los que estamos en contacto con la gente. Y luego, los jueces. Deberían tenerse en cuenta nuestras opiniones. Pero no se hace, como ha pasado también con las tasas. No hagan una reforma rápida, con tres del PP y tres del PSOE, impliquen al Parlamento. Paralicen los procedimientos en marcha; y luego tómense tiempo para cambiar en profundidad la ley. Desgraciadamente llegan tarde para muchos, ¿qué pasará con los ya desahuciados?