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La morosidad se dispara desde la intervención de Bankia

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los impagos han crecido un 25 % y rondan los 200.000 millones de euros

19 ene 2013 . Actualizado a las 09:56 h.

El volumen de crédito impagado en España se acerca peligrosamente a otra barrera que hasta ahora parecía imposible por elevada: los 200.000 millones de euros. Al cierre del mes de noviembre en el conjunto de las entidades financieras españolas se contaban 191.630 millones de euros morosos, es decir, de clientes que llevan al menos tres meses sin pagar sus cuotas. Es el equivalente al 20 % del PIB español. De mantener el ritmo de crecimiento de los últimos meses, es posible que esa cifra de los 200.000 millones de euros se alcance cuando se desvelen los datos de morosidad de marzo o abril de este 2013. Porque, dicen fuentes financieras, no se ve techo en la mora, al menos mientras no haya señales ciertas de reducción del paro y creación de empleo (están íntimamente ligados a la morosidad). Y eso no parece que vaya a suceder este año.

El porcentaje de impagos está en el 11,4 %, una marca histórica que deja en anécdota lo sucedido en los 90, cuando alcanzó el 9 %. Y no es una estadística más. Que una entidad financiera vea incrementada su morosidad supone aumentar dotaciones, y, consecuentemente, retraer dinero de funciones como la concesión de créditos.

Además del incremento del paro, hay otro factor, contable, que explica esas elevadas cifras: la entrada del Estado en Bankia. Desde que se intervino a esta entidad (en mayo), la tasa de morosidad se ha incrementado en 2,5 puntos porcentuales. Y los créditos dudosos han pasado de 156.000 millones a esos 191.000. Antes de aquel movimiento (que supuso el relevo de Rodrigo Rato, entre otros cambios) el incremento semestral estaba en el 15 %; ahora, en seis meses, ha sido del 25 %. El motivo está en que, cuando el FROB (el Estado) se hace con el control de una entidad pone en marcha mecanismos extraordinarios de saneamiento y limpieza, se reclasifican créditos y aflora esa morosidad camuflada. En marzo del 2012, con Rato aún al frente, la mora en esa firma estaba en el 6,3 %. En septiembre, la cifra se había duplicado hasta el 13 %, con Gorigolzarri ya como presidente.

Hay otros casos similares. En NCG la mora antes de su nacionalización (septiembre del 2011) estaba en el 6,7 %. Un año después, ya con el FROB como accionista principal (ahora es el único, con el 100 %) el número es bastante mayor: un 22,6 %, según datos revelados por el banco en una emisión de células a la CNMV. Es el doble que la media del sector, tras abordar saneamientos por 13.000 millones. Y algo parecido sucede en Catalunya Banc, en proceso de subasta.

Aunque también hay un tercer factor que explica ese 11,4 % de morosidad: hay menos crédito. De hecho, los últimos datos del Banco de España revelan que el saldo vivo de dinero prestado estaba en noviembre en los 1,683 billones, 5.000 millones menos que el mes anterior, y una cifra similar a la de agosto del 2007, justo cuando empezaron a llegar las primeras señales de un crac mundial.