El sector advierte de que con la caída del consumo como consecuencia del desempleo y el grifo del crédito completamente cerrado a muchos negocios no les quedará otra alternativa que el cierre
30 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El comercio gallego acumula ya dos años y medio encadenados, es decir, 30 meses, con tasas de variación interanual negativas de sus ventas. Una constante desde que se inició la crisis, hace ahora ya cinco años. Según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) habría que remontarse a junio del 2012 para hallar una evolución positiva en la facturación de los negocios.
Los establecimientos comerciales de la comunidad cerraron el pasado diciembre, una época de mayor gasto por las fiestas navideñas, con un caída interanual de las ventas del 9,8 %, algo inferior a la registrada en el conjunto del Estado. Se trata del mayor descenso registrado en el año, solo superado por los meses de abril y septiembre, lo que evidencia el impacto del desempleo en el consumo y, sobre todo, la incidencia que tiene la política de recortes en las ventas del comercio minorista, como la retirada de la paga extraordinaria a miles de funcionarios. «Nosotros siempre dijimos que si repetíamos las cifras de años anteriores sería un éxito, pero no ha sido así, y la situación es muy grave», recuerda José María Seijas, presidente de la Federación Gallega de Comercio, quien añade, además, que el nuevo marco legal estatal y autonómico favorece los intereses de las grandes superficies comerciales.
El sector advierte de que con la caída del consumo como consecuencia del desempleo y el grifo del crédito completamente cerrado a muchos negocios no les quedará otra alternativa que bajar la persiana. «Pese a encontrar algún mes con tasas positivas, en realidad llevamos cinco años de caída», puntualiza Seijas.
A falta de conocer los datos definitivos, el sector calcula que a lo largo del 2012 han cerrado unos 4.000 comercios gallegos (16.000 en los últimos cinco años de crisis) y que otros tantos harán lo propio a lo largo del 2013, un año que se prevé, al menos en su primera mitad, muy bajo en cuanto a la facturación. Según los empresarios, a la bajada de recursos de los hogares, lastrados por el paro, se suma otro factor: quienes pueden consumir no lo hacen por miedo o porque les resulta más caro como consecuencia de la subida de impuestos. El alza del IVA ya desencadenó el pasado mes de septiembre del 2011 un descenso de las ventas del comercio gallego del 11 %, según los datos del INE. Un problema agravado el pasado mes de diciembre, cuando el Gobierno decidió retirar la extra de Navidad, una paga destinada a consumo, y ahorrar 4.000 millones.