El frente judicial acecha ya al poderoso FROB

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Accionistas de NCG, Banco de Valencia y Gallego, a los que podrían sumarse los de Bankia, pleitearán por sus inversiones

01 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuatro de los mayores bancos británicos deberán compensar a decenas de miles de clientes inexpertos que firmaron contratos de permuta financiera, denominados swap (que también se comercializan en España), sin comprender sus condiciones. Según la Autoridad de Servicios Financieros británica, Barclays, HSBC, Lloyds y Royal Bank of Scotland vendieron productos complejos a clientes «poco sofisticados». El organismo ha instado a las entidades a estudiar cuántos usuarios tienen derecho a una compensación por venta fraudulenta».

El FROB, el fondo estatal de rescate bancario, se ha convertido en un ejecutor, en la práctica, de expropiaciones. En tres casos ha dejado directamente sin participación a inversores privados en entidades controladas por ese fondo -NCG, Gallego y Banco de Valencia- y está previsto que en otra, Bankia, miles de accionistas vean reducido su dinero a cero en las próximas semanas. Todo a instancias del FROB y del rescate financiero. Y la respuesta de los afectados está siendo similar: adoptar acciones legales contra ese organismo controlado por el Banco de España y el Ministerio de Economía. Una plataforma de accionistas del Banco de Valencia (hay 50.000 inversores) acaba de acudir a los juzgados de lo mercantil contra la decisión de reducir el capital de la entidad. Y empresarios gallegos de NCG han hecho lo propio con recursos de reposición. En todos los casos, para conservar sus participaciones.

¿Por qué pierden sus participaciones?

El rescate financiero solicitado por el Gobierno a la troika implica que los accionistas -como también sucede a los dueños de preferentes- tienen que asumir una parte de ese rescate para no cargárselo a los contribuyentes. Así ha pasado en otros casos en Europa cuando ha habido ayuda pública. Es decir, con el dinero de esos inversores se paga la recapitalización de sus bancos. Y para ello se produce la llamada operación acordeón: se reduce a cero (o casi) el capital para cubrir los agujeros de la entidad. En el Banco de Valencia, sus accionistas se han quedado sin el 95 % de su dinero: por cada 20 céntimos reciben, a cambio, 1. Al menos es algo. Porque en NCG su caja fundadora, Novacaixagalicia, ha perdido todo, 181 millones; y 19 empresarios gallegos, algo más de 70. En el Banco Gallego ha sucedido lo mismo, y los privados se han quedado sin unos 127 millones. En Bankia sus accionistas se preparan para perder, dicen algunos, «hasta la camisa».

¿Qué armas tiene el fondo de rescate?

Una muy poderosa: el real decreto que regula la reestructuración financiera, publicado en el BOE el 14 de noviembre. Ese documento da poderes casi absolutos al FROB. Tanto que puede eludir la convocatoria de una junta de accionistas, saltándose el procedimiento mercantil. O sortear el cumplimiento de una sentencia judicial por los perjuicios económicos que le puede acarrear.