Responde a la denuncia de España por sus ayudas al naval desviando pedidos a otros países
11 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.A Holanda no le ha sentado bien que el naval español haya dejado en evidencia ante Bruselas las ayudas de Estado que reciben sus astilleros, y ha reaccionado boicoteando la construcción de buques que España tiene en ese país. El veto comenzó el pasado mes de diciembre, justo después de que los constructores navales españoles presentaran una denuncia ante la Dirección General para la Competencia, que dirige el comisario Joaquín Almunia, contra las bonificaciones que el Gobierno holandés destina a su industria naval. Además, la demanda utilizaba las mismas armas con las que Holanda tumbó el régimen de incentivos fiscales para la contratación de buques en España (antiguo tax lease).
La reacción de las principales compañías armadoras neerlandesas ha sido hacer piña con sus astilleros para responder a la afrenta española, desviando la construcción de buques que se encontraban en proceso avanzado de negociación en varios astilleros españoles hacia Polonia y Turquía. «Puede que oficialmente no lo reconozcan, pero lo cierto es que, a día de hoy, los armadores holandeses descartan construir buques en España, y tenemos experiencias muy recientes que así lo confirman», aseguran fuentes del Foro Marítimo Vasco que, junto con Aclunaga (Clúster Naval de Galicia), promovió la denuncia ante las autoridades comunitarias.
Un buen cliente
¿Qué papel juega Holanda en la cartera de pedidos de los astilleros españoles? ¿Hasta qué punto su veto puede perjudicar a Galicia? El balance de actividad recogido en los informes anuales de la Gerencia del Sector Naval (organismo dependiente del Ministerio de Industria) entre los años 2005 y 2010 (el período de mayor bonanza del sector) indica que los armadores holandeses contrataron una veintena de construcciones en España, bien solos, bien en alianza con noruegos o franceses. En esa cartera destacan las seis unidades de buques cargueros firmados por Craisbrooke Shipping en el astillero vigués Freire entre el 2006 y el 2007; las cuatro unidades de apoyo a plataformas petrolíferas firmadas por Uroon Offshore Service, con el constructor vasco Zamacona; o los tres buques off-shore adjudicados por el consorcio noruego-holandés North Ocean al astillero vigués Metalships & Docks.
Los encargos han seguido hasta hace poco. El constructor asturiano Armón firmó a mediados del 2012 dos off-shore con la armadora Heeema Marine Contractors. Pero a raíz de la demanda española, todos los procesos de negociación han acabado adjudicando los barcos a astilleros de la competencia.
Bruselas confirma la reclamación española, pero, de momento, no dice si ha abierto una investigación al naval holandés. Según fuentes conocedoras del documento de la denuncia, en el caso holandés, las bonificaciones son superiores al 40 %, rebasando con creces los incentivos fiscales (de hasta un 30 %) que permitía el antiguo tax lease español, y que la patronal holandesa de astilleros, Damen Shipbuilding Association, denunció ante Bruselas por vulnerar la libre competencia entre países.
Sobre los astilleros holandeses, la denuncia revela que, «haciendo uso de sistemas fiscales similares al español», hasta junio del 2011 solo habían contratado 4 buques por importe de 200 millones y, sin embargo, finalizaron el año con 29 contratos con una facturación de 1.600.