El núcleo duro de los acreedores se cita hoy para aclarar la deuda del grupo
19 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El silencio impuesto el pasado jueves tras el consejo extraordinario de Pescanova ha derivado en un estruendo considerable. Unas horas después de que la dirección de la compañía explicara que en esa cita «por unanimidad, se acordó ratificar la línea de reestructuración de su política financiera», los dos consejeros que habían dicho no a las cuentas aseguraron que eso no era cierto. Ayer, un tercer miembro del consejo se sumó a esa teoría. Y, al igual que los otros dos, también lo explicó a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Se trata de José Antonio Pérez-Nievas, presidente de Iberfomento, un fondo de inversión de capital riesgo que posee el 3,39 % de la sociedad. Los tres miembros que han mostrado públicamente discrepancias agrupan al 15,4 % del capital. Manuel Fernández de Sousa-Faro, el presidente, tutela el 14,4. Más ingredientes a la situación de incertidumbre.
La argumentación de Iberfomento (accionista desde el 2006) va en la misma línea que Damm (familia Carceller) y Luxempart, los dos socios críticos. Sostiene que la aprobación de esa «política financiera» no pudo ser aprobada por unanimidad porque Pérez-Nievas se tuvo que ir del consejo a las 16.30 horas, y hasta entonces no se había producido ninguna votación ni presentado propuesta alguna en este sentido (el de la reestructuración financiera). «Por lo tanto, en ningún caso este consejero ha sido informado ni ha votado a favor de esa propuesta. Si hubiera sido aprobada en votación posterior [a su marcha], cosa que ignora, habría sido en su ausencia y, por lo tanto, sin su voto», apunta. Iberfomento es el quinto miembro del consejo con más capital de Pescanova, y el noveno mayor teniendo en cuenta a todos los accionistas.
Un texto del viernes
La comunicación de Iberfomento está fechada a 15 de febrero, viernes; el consejo fue el jueves. Pero por motivos que se desconocen la CNMV no lo publicó hasta ayer. Carceller (segundo máximo accionista, y con un buen número de bonos convertibles en acciones) y Luxempart (tercero, y también con convertibles) dijeron algo similar el mismo viernes: que no habían votado nada y que, por tanto, no pudo haber unanimidad. A esa cita del jueves en Chapela (Redondela) acudieron 11 de los 12 miembros; solo se ausentó, por motivos personales que justificó, Antonio Basagoiti, presidente de Banesto, expresidente de Unión Fenosa y persona muy cercana a Fernández de Sousa.
Fuentes cercanas a la empresa recordaban ayer que, como ya se aclaró ante la CNMV, el 27 de febrero se aprobó por unanimidad un proceso de refinanciación de la deuda, y en el consejo del jueves se siguió en esa línea. Esta argumentación sirve para dar respuesta a Iberfomento, apuntan.
El choque público en el consejo es una de las ramificaciones de la compleja situación en que está Pescanova, una marca clave para Galicia que presentó un preconcurso de acreedores el 1 de marzo.
Pescanova con los acreedores
Hay 45 bancos pendientes de lo que suceda, y un núcleo duro (Sabadell, NCG, La Caixa, Bankia, Popular, RBS y Deutsche Bank) comienza hoy a trabajar, en representación de todos, para tratar de aclarar, en especial, hasta donde alcanza la deuda de la multinacional. Se prevé la contratación de una consultora y un asesor. Finalmente será una reunión con representantes de Pescanova, aunque en principio no estaban invitados, según diversas fuentes. La banca quiere conocer con ellos, de forma definitiva, la situación financiera.