El FROB tendrá que decidir antes del 30 de abril a quién se la adjudica
06 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El proceso de reestructuración del mercado financiero gallego está moviendo sus últimas piezas, en un juego en el que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) es el que ordena y manda. Ayer concluía el plazo para conocer los grupos financieros que están interesados en hacerse con el Banco Gallego, una entidad que fue filial de Caixanova en los tiempos de las cajas. El Banco Sabadell, el portugués Espírito Santo y el venezolano Banesco, que va de la mano del gallego Etcheverría pujarán por la entidad con sede en Santiago.
En la pugna se posiciona como favorito el Sabadell porque, según explican fuentes del mercado, es español, su presencia en Galicia no le corresponde al peso que tiene como entidad nacional y es una firma que cotiza en Bolsa, con lo que el problema que pudiese surgir con las participaciones preferentes y la deuda subordina es mucho más fácil de solucionar. «Las duplicidades en oficinas son mínimas, y el desembarco que hizo en otras entidades siempre fue respetuoso con los servicios centrales, que, si bien reduce, mantiene en las sedes», argumentan.
El Banco Espírito Santo tiene en el Gallego la posibilidad de posicionarse en el mercado español, donde siempre quiso estar. Lleva analizando la operación desde hace prácticamente un año. Incluso el 31 de diciembre pasado presentó una oferta para comprar el porcentaje que ostentaba el FROB a través de NCG Banco (49,85 %) y, previsiblemente, con posibilidades de ampliación al resto de los accionistas de la compañía. De esa oferta nunca más se supo. Desde ese momento hasta ahora, el FROB liquidó de un plumazo (con una reducción y una ampliación de capital) a los accionistas gallegos de una entidad que no estaba nacionalizada y que nacionalizó durante un proceso que fue duramente criticado y calificado de expolio.
Por último, ayer se recibió en la sede de Mediobanca (entidad encargada de recopilar las ofertas) la propuesta presentada por Banesco, una entidad venezolana que compró el Banco Etcheverría, operación que está pendiente de las autorizaciones definitivas pero que tiene el visto bueno de las autoridades económicas del país.
Uno de los mayores atractivos de la compra del Gallego son los créditos fiscales disponibles, que ascienden a 200 millones de euros y que puede utilizar la entidad compradora.