La Eurocámara aprueba una tasa de reciclaje para el desguace de barcos

ECONOMÍA

El Parlamento Europeo prohíbe el «beaching» por su impacto ambiental
15 abr 2013 . Actualizado a las 11:26 h.La industria tendrá que hacerse cargo de los costes de desguace de buques. Es la propuesta que aprobó esta semana el Parlamento Europeo para poder financiar el reciclaje de las embarcaciones que llegan al término de su ciclo de vida útil.
La Eurocámara propone cobrar una tasa ambiental que todavía está por fijar a todos los buques que recalen en un puerto comunitario. El propósito, basado en el principio de «quien contamina, paga», es financiar un fondo para el desguace de barcos en instalaciones autorizadas que cumplan con los requisitos ambientales de la UE. Los astilleros gallegos podrían recibir un golpe de gracia y beneficiarse de esta medida si son incluidos en la lista que deberán elaborar las autoridades nacionales.
El impuesto se aplicará a todas las embarcaciones que superen las 500 toneladas brutas de arqueo. Tan solo quedarán exentas tres categorías: los de menos de 500 toneladas de arqueo, los buques en propiedad o explotados por el Estado y los que se dedican al transporte de ámbito nacional. En el caso de los ferris, se establece una reducción de la tasa similar a la del impuesto general de puertos.
El importe podrá desembolsarse cada vez que se acceda a puerto o bien se podrá pagar una cuota anual. El total recaudado por la autoridad portuaria se destinará a la financiación del proceso de desguace y reciclaje.
Falta de control
La iniciativa tiene dos objetivos fundamentales. El primero, de carácter más ambiental, es prohibir que los propietarios lleven a cabo los desguaces a través del beaching. Esta práctica consiste en fondear los buques en las playas de algunos países en desarrollo como Bangladés, la India o Pakistán, para su posterior venta y despiece. El problema reside en la falta de seguridad y control en el proceso. Para los propietarios de las embarcaciones es mucho más rentable, pero los estándares de seguridad laboral son nulos y la contaminación que producen los materiales tóxicos daña sus costas. El PE estima que en el último año se ha incrementado en un 75 % el número de buques que tienen como destino final alguno de los arenales de estas regiones.