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Sousa solo prestó a Pescanova 9,3 millones de los casi 32 que ganó

Natalia Bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

La plantilla de Pescanova, que el pasado 19 de marzo mostró su apoyo a la dirección, tiene la promesa de que no habrá despidos.
La plantilla de Pescanova, que el pasado 19 de marzo mostró su apoyo a la dirección, tiene la promesa de que no habrá despidos. m. moralejo< / span>

Lo hizo al 5 % de interés, y con la operación ganaría 80.000 euros más

17 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Suma y sigue el culebrón de Pescanova. Si el lunes la compañía desvelaba que su presidente, Manuel Fernández de Sousa, había vendido a espaldas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la mitad de su paquete accionarial para dar liquidez a la compañía, ayer admitió que el préstamo que le hizo a su propia empresa ascendió a 9,3 millones de los casi 32 (sumando participación directa e indirecta) que se embolsó con la venta del 7 % de sus títulos.

Es decir, que únicamente un tercio de lo que ganó entre diciembre y febrero con esa masiva venta de acciones fue a parar a la empresa fundada por su padre. El préstamo se ha hecho a un interés del 5 % anual y tres meses de plazo contados a partir del 7 de febrero, lo que le reportaría unos beneficios de casi 80.000 en mayo. Pero con la empresa pendiente de la aprobación judicial de su concurso de acreedores, una operación aparentemente redonda presenta una parte menos positiva: Fernández de Sousa sería de los últimos acreedores en cobrar, ya que su préstamo pasará a ser considerado subordinado.

Pero los interrogantes y las contradicciones no se quedan ahí, ya que mientras que el lunes, a través de un hecho relevante, Pescanova dijo que había informado a la CNMV del préstamo en febrero, ayer indicó que notificó y remitió información al supervisor «el 15 de abril». Y lo hizo público forzado por el supervisor.

En este escenario, la CNMV continuaba analizando con lupa las cuentas e información adicional que la pesquera envió la víspera, apenas un par de horas antes de que expirara el plazo. Y no rompió su silencio hasta última hora de la tarde, cuando, a través de un comunicado, anunció que no las daba por buenas y apuntaba a sanciones.

En cualquier caso, tanto la banca acreedora como el segundo accionista, la catalana Damm, siguen reclamando las esquivas cuentas para decidir qué medidas adoptar. Porque, pese a las especulaciones, aún no se conoce oficialmente la cuantía real de la deuda del grupo. Todo apunta a un pasivo de 3.100 millones de euros.

También el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, exigió ayer «claridade» a la empresa sobre su situación financiera, y reclamó a la CNMV que sea «o máis áxil posíbel» a la hora de tomar decisiones.

Por su parte, los trabajadores declaraban confiar en el concurso de acreedores para que la empresa siga en marcha. El presidente del comité, Francisco Raya, manifestó -según informa desde Vigo Alejandro Martínez- que tienen la promesa de que no habrá despidos y que seguirán cobrando sus sueldos. «Eso, y la viabilidad de la empresa, es lo que nos importa», apuntó.

La Xunta exige claridad a la compañía sobre su situación económica