La dirección de la compañía intenta negociaciones bilaterales con la banca y esta se niega
25 abr 2013 . Actualizado a las 09:58 h.La banca todavía no conoce con exactitud la deuda de Pescanova, que sigue en aumento. Partió de poco más de 1.522 millones hasta septiembre del año pasado, y según los últimos datos que manejan las entidades financieras, ya supera los 3.300 millones de euros. A la matriz le corresponden 1.850 millones; a las filiales españolas, 350 millones, y a las extranjeras, 700. A estas cantidades hay que sumarles en torno a 400 millones en bonos y la deuda que mantiene la compañía con la Administración, de la que no han trascendido cifras.
En los últimos días, la dirección de la compañía ha intentado (y ha conseguido) mantener reuniones con un grupo de bancos acreedores, alrededor de 15, de forma bilateral, no en grupo, para trasladarles la situación económica en la que se encuentra la empresa y las necesidades de financiación que tiene. La multinacional, según las fuentes consultadas, ha pedido a la banca 60 millones de euros para hacer frente a pagos a corto plazo, y ha comenzado a exponer a esas entidades el mapa real de su deuda.
Desconfianza
Los bancos con los que ha empezado esas negociaciones son tanto entidades del núcleo duro de acreedores (steering comitte) como otros prestatarios menores. Sin embargo, esos encuentros tienen pocos visos de prosperar porque, según las mismas fuentes, esas negociaciones banco-empresa, bilaterales, han soliviantado a algunos de los grandes acreedores, que mantienen que es mejor un acuerdo en grupo para que todos reciban la misma información. Algunos bancos extranjeros han mostrado su extrañeza por esa forma de negociar.
Consideran que se incrementa tanto la eficiencia como la eficacia si hay reuniones conjuntas, posición de la que ya está enterada la empresa. «Claro que si no ha funcionado hasta el momento, no entendemos por qué tiene que hacerlo a partir de ahora», se apostilló desde la sede de uno de los negociadores.
Ante la situación que atraviesa la empresa, uno de los bancos acreedores propuso acudir a la CNMV para mostrar el malestar de la banca atrapada en la deuda de Pescanova y su oposición a que siga el actual equipo gestor. Esta propuesta no prosperó porque hubo entidades que se opusieron a que otras hablasen en su nombre.
Siguen las tensiones
Durante los encuentros, la empresa informó a los representantes de la banca de que las previsiones de ventas para el 2013 se situarán en torno a los 2.000 millones de euros. Las entidades financieras, a su vez, le reclamaron a la compañía conocer con exactitud el entramado empresarial de la multinacional y la participación accionarial exacta de las empresas.
Graves tensiones de liquidez
Tras conocer la necesidad urgente que tiene la compañía de acceder a un crédito de 60 millones de euros para obtener liquidez y realizar los pagos a corto que están pendientes, se supo también que las filiales de Pescanova -las extranjeras, principalmente- comienzan a enfrentarse a graves tensiones de tesorería. Una solución dada para afrontar esta situación es conocer y detallar cuáles son los activos de la compañía «con fácil conversión de liquidez».