Sostiene que, pese al elevado pasivo, la multinacional «es viable», y cree que la situación actual en el grupo es «un tropezón financiero»
04 jun 2013 . Actualizado a las 23:32 h.Manuel Fernández de Sousa-Faro, presidente y máximo accionista de Pescanova, admite que la deuda total en la compañía, contando matriz y filiales, supera los 3.000 millones de euros. El ejecutivo, apartado de la gestión de la multinacional (está en concurso de acreedores), sostiene en una entrevista a La Voz de Galicia que, pese a ese pasivo, la empresa «es viable» y tiene futuro, sin necesidad de ser troceada. En referencia a la situación actual del grupo dice: «esto es un tropezón financiero».
Fernández de Sousa asegura además que su actuación durante estos últimos meses, que está siendo investigada por la Justicia, ha estado motivada «por el interés de Pescanova» antes que por el suyo particular. «Estoy -explica- moralmente tranquilo».
La entrevista se podrá leer mañana en La Voz de Galicia.