Fernández de Sousa sigue eludiendo a los críticos y se enroca en Pescanova

natalia bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

El voto de sus afines tumbó la exigencia de su dimisión y de convocar junta de accionistas

11 jun 2013 . Actualizado a las 21:43 h.

Salón Neptuno. Un nombre muy adecuado para el espacio de reuniones que, en un céntrico hotel de Madrid, acogió ayer el consejo de administración de Pescanova que el presidente, Manuel Fernández de Sousa, convocó por sorpresa el viernes y que, entre otras cosas, le sirvió para burlar de nuevo la exigencia de dimisión planteada por Damm y Luxempart, segundo y tercer accionistas del grupo.

Y es que, aunque despojado de cualquier capacidad de gestión por mandato judicial, Fernández de Sousa resiste al frente de la empresa gracias a los votos a favor (seis) de los consejeros fieles, que volvieron a imponerse a los cuatro críticos: Damm, Luxempart, Iberfomento y Yago Méndez.

«El consejo, por mayoría, ha ratificado su confianza en el presidente», manifestaba Fernández de Sousa al término de la reunión, asegurando, con absoluta apariencia de tranquilidad: «Nunca me he sentido solo».

Pero la descripción que el presidente quiso trasladar del consejo, que se prolongó por espacio de tres horas y media, no casa con la versión del segundo accionista, el grupo catalán Damm, que junto con Luxempart no solo exigió su dimisión , sino también la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas, algo que ya solicitaron al administrador concursal, Deloitte, el pasado 17 de mayo.

La junta, en manos del juez

Dado que la mayoría que respalda a Fernández de Sousa también impidió que la petición del grupo opositor de que se convocara la junta de accionistas se hiciera realidad, Damm explicó ayer que ahora espera que sea el juez de lo mercantil encargado del concurso de acreedores de la empresa quien lo acuerde, puesto que los solicitantes -el propio Damm, Luxempart, Iberfomento y el fondo Cartesian Capital Group- suman más del 20 % del capital, cuando el mínimo exigido es el 5 %.

El segundo accionista acusa al presidente de Pescanova de «secuestrar el consejo, abusando de su ilícita sobrerrepresentación». Argumenta que con menos del 10 % del capital (el presidente posee el 7,5 %, ya que vendió la mitad de su paquete accionarial entre diciembre del 2012 y el pasado febrero, de espaldas a la CNMV), Fernández de Sousa, junto con Paz Andrade, controla «fraudulentamente» el 60 % del consejo, «reteniendo» cuatro consejeros.

Y es que, según el grupo catalán, Robert Albert Williams, amigo personal del presidente y consejero desde 1993, es un «falso independiente», al igual que Ana Belén Barreras es un «falso dominical» porque ya no posee acciones. Ambos mantienen su fidelidad al presidente, así como quien fue durante décadas su mano derecha, Alfonso Paz Andrade. Otro de los asuntos que abordó ayer el consejo de administración fue el de designar al despacho CMS Albiñana Suárez de Lezo para asesor a la compañía en su defensa frente a los expedientes sancionadores abiertos por la CNMV por, entre otros motivos, no haber formulado las cuentas del pasado ejercicio. Tal y como se recoge en el hecho relevante que sobre la reunión de ayer remitió Deloitte al supervisor, la decisión última dependerá del administrador concursal, que debe aprobar los honorarios del citado despacho.

Premura en la convocatoria

La premura en la convocatoria de la reunión de ayer -primera del consejo con asistencia de los administradores concursales- la explicó el presidente alegando: «Los plazos para responder a los expedientes comienzan a correr y tenemos que prepararlos bien, respetando los tiempos, por lo que era necesario designar abogados para ello».

De nuevo, Damm discrepa: «Él convocó este consejo porque sabía que lo tenía controlado y que ganaba cualquier cuestión que le planteáramos».