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Decepción en la vuelta al mar de la flota de pulpo de Ribeira

J. Romero / E. Abuín RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

Apenas consiguieron los topes, hubo poca demanda y el precio fue bajo

10 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La vuelta a la actividad de la flota del pulpo en Ribeira fue decepcionante. La mayoría de las cien embarcaciones que ayer se hicieron al mar, tras seis semanas de veda y una de paro protesta, no alcanzaron los topes establecidos, de 35 kilos por barco y tripulante. La lonja ribeirense vendió cerca de 2.500 kilos, cuando lo normal, según explicaba el patrón mayor, José Pérez, es comercializar 4.000 en una sola jornada. Los precios oscilaron entre los 5,08 y 4,8 euros. Unos importes que están muy por debajo de los alcanzados no hace tanto tiempo, tal y como explicaba el administrador de esta rula barbanzana, José Manuel Orellán.

El pequeño tamaño del cefalópodo fue otro contratiempo con el que los profesionales del sector no esperaban encontrarse. Predominaron los ejemplares de un kilo y medio o dos. Además, los mayoristas que se acercaron ayer a la subasta en Santa Uxía se podían contar con los dedos de una mano. «Llevamos mucho tiempo sin vender y la gente buscó otras vías de comercio. El mercado está muy copado con mercancía que procede de Marruecos o Mauritania, entre otros lugares, además del producto congelado, por eso hay que recuperar las ventas poco a poco», explicaban.

Tanto armadores y tripulantes como compradores coincidían ayer al valorar la calidad del pulpo capturado como mejorable. Explican que el verano no es la mejor época: «Está muy blando y eso repercute en el sabor, que es diferente al que llega a puerto a partir de octubre».

Las capturas de pulpo realizadas tras el parón, principalmente frente a Corrubedo y en el entorno de la isla de Sálvora, fueron complicadas. Los profesionales explican que en esta época del año el pulpo no está a mucha profundidad, lo que dificulta su captura con nasas.

O Morrazo

En Bueu ya se embarcaron en la campaña del pulpo el mismo lunes. Allí, todo fue «normal» y se consiguieron los topes, según el patrón mayor, José Manuel Rosas. Las capturas se recompensaron con un precio comedido: 5 euros el de dos kilos o más y a 4,30 el de entre uno y dos. Nada mal, «si se ten en conta como está o país», a juicio de un Rosas que esperaba que en la subasta de ayer aún fuesen más contenidos. La flota de Bueu, uno de los puertos más críticos con el plan de explotación aprobado para el pulpo, está expectante ante la reunión de mañana en la federación, en la que espera que se revoque el acuerdo de la Federación de Pontevedra que les obliga a traer las nasas el fin de semana y que puedan trabajar, sin discriminación, con el mismo sistema que rige en el resto de Galicia.