La reforma energética podría incluir fuertes subidas de la luz

jorge murcia / Colpisa

ECONOMÍA

Hacienda asumirá solo una parte del déficit y la diferencia irá al usuario

12 jul 2013 . Actualizado a las 10:25 h.

Con varios meses de retraso, más de una bronca, buenas dosis de hermetismo, y una considerable expectación. Así llega hoy la esperada reforma energética al Consejo de Ministros, después de que el ministro de Industria, José Manuel Soria, haya logrado convencer a su homólogo de Hacienda, Cristóbal Montero, para que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) asuman parte del déficit de tarifa. Pero esa parte no será toda la que pretendía Soria (1.800 millones de los costes extrapeninsulares).

¿Consecuencia? Que la propuesta final es que lo que no asuma Hacienda recaiga sobre los hombros de las eléctricas y quizá también sobre los consumidores. Si es así, se avecinan fuertes subidas de los peajes de acceso y, por tanto, del recibo de la luz, para incrementar los ingresos del sistema. Esto a pesar de que el propio Soria afirmaba anteayer que España no estaba para subidas de la factura eléctrica, pero también anunciaba un pacto con Hacienda para esconder parte del déficit en los PGE que el departamento de Montoro negó casi de inmediato.

Lo cierto es que las cinco grandes empresas integradas en Unesa -Iberdrola, Endesa, EOn, Gas Natural Fenosa y HC- no salieron nada satisfechas de la reunión que ayer por la tarde mantuvieron con el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, quien les avanzó las líneas maestras de la reforma. Según las fuentes consultadas, el escenario planteado por el Gobierno «es incluso peor de lo esperado». En general, temen que se les endose buena parte, si no todo, de la partida que no asuman los Presupuestos

Recortes en distribución

La reforma energética incluirá una serie de medidas que afectarán al resto de costes regulados, fundamentalmente a la distribución, transporte y primas a las renovables. En el primer caso, las empresas temen un tajo de entre 350 y 500 millones. Para Red Eléctrica -encargada del transporte- será de aproximadamente 100 millones. Por último, las primas que se pagan por la generación de electricidad por parte de las energías del régimen especial sufrirán un tajo estimado de 1.000 millones.

Todos estos recortes podrían ir acompañados de un nuevo modelo retributivo de manera que, como ya ha manifestado el ministro Soria en más de una ocasión, «garantice una rentabilidad razonable» a todas las partes y que pueda ser revisable cada lustro para adaptarse al ciclo económico.

También se contemplan otra serie de cambios, como el funcionamiento del mercado mayorista o pool, o la regulación del balance neto, que en teoría debe facilitar el autoconsumo de energía por parte de particulares.

Aparte de una hipotética subida de los peajes para cubrir la parte de los costes extrapeninsulares que no asuman las eléctricas ni los Prespuestos, está por ver cómo afectará esta reforma a los consumidores.

Las partidas del recibo

En los últimos años, los usuarios han visto cómo en la composición de la factura eléctrica ganaban peso diferentes partidas ajenas a lo que es el precio de la energía propiamente dicha: los peajes de acceso (transporte, distribución, coste de los sistemas insulares y extrapeninsulares, primas al régimen especial, anualidades de la deuda tarifaria, subvenciones al carbón, etc..) y los impuestos suponen el 63 % de los costes totales del sistema. El 37 % restante corresponde al componente estrictamente energético. Industria baraja reducir desde los 10 kilovatios hasta los 5 el límite para poder acceder a la Tarifa de Último Recurso, a la que están vinculados más de 20 millones de consumidores.