El Gobierno suprime las primas a las renovables, estratégicas para Galicia
ECONOMÍA

Las compañías eléctricas advierten de que los recortes paralizarán nuevas inversiones y provocarán despidos
13 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«No más costes» para el sistema eléctrico, resumió el ministro de Industria tras el Consejo de Ministros. Y los que hay, bajarán. De momento, en 2.700 millones, que notarán las empresas que se encargan de la distribución de electricidad y Red Eléctrica de España, operadora del transporte. También, las tecnologías renovables, estratégicas para Galicia por la importante presencia de parques eólicos. José Manuel Soria anunció un nuevo sistema de retribución a este tipo de energías que pone la puntilla definitiva a las primas.
Todos los productores de renovable deberán vender la electricidad en el mercado. Cobrarán en función del precio de subasta, y el Gobierno pagará además una especie de incentivo a la inversión que finalmente debe garantizar una determinada rentabilidad -basada en las Obligaciones del Tesoro a 10 años más 300 puntos básicos, lo que equivale a un 7,5 %- que tendrá en cuenta toda la vida útil del proyecto. Es decir, una tecnología que lleve mucho tiempo funcionando y que haya obtenido una alta rentabilidad en el pasado puede verse seriamente perjudicada a partir de ahora. Es lo que pasará con muchos parques eólicos.
Para el transporte y la distribución se fija una retribución homogénea «adecuada a una actividad de bajo riesgo». En este caso, estará vinculada a las Obligaciones del Tesoro a 10 años más 200 puntos (un 6,5 % aproximadamente.
Reacciones
La reforma energética del Gobierno no ha gustado a nadie. Las cinco grandes eléctricas agrupadas en Unesa (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP España y Eon España) criticaron que el mayor esfuerzo de las medidas «vuelve a recaer en el sector eléctrico tradicional», que asume «el 65 %» del esfuerzo exigido por las medidas anteriores y, ahora, del recorte de 2.700 millones para el sector, más de 1.000 millones recaerán sobre estas cinco empresas. Eso les lleva a anticipar que tendrán que proceder a una «drástica reducción del empleo y a replantearse sus inversiones en España» debido a los recortes y a la «inseguridad regulatoria».
Fuentes del Ministerio de Industria contraargumentaron diciendo que unos precios altos de la luz también suponen una presión sobre la industria y el resto de empresas que les lleva a reducir sus costes laborales y, por tanto, el empleo.
Asimismo, las cinco grandes del sector señalaron que los pagos por capacidad de las centrales de ciclo combinado (las que garantizan el suministro del sistema eléctrico cuando no hay viento para que funcione la eólica o sol para la fotovoltaica) se reducen a menos de la mitad «lo que hace posiblemente inviable su continuidad». La reforma rebaja el pago desde los 26.000 euros por megavatio que se abonaban antes a 10.000 euros; aunque antes el tiempo establecido para el pago era de diez años y ahora es de 20 años.
Para la Asociación Empresarial Eólica (AEE), se trata de un «experimento a nivel mundial, ya que ningún país -salvo Rusia y solo para las nuevas instalaciones, no para las antiguas- ha aplicado nunca un sistema semejante».