El recibo constará de tres páginas en las que se especificarán todos los gastos

María José Alegre MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

29 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La reforma eléctrica aprobada por el Gobierno traerá cambios en la factura eléctrica. Aunque el usuario cambiará de régimen, y ya no estará sujeto a la TUR, la modificación de esta denominación, ahora bautizada como precio voluntario para el pequeño consumidor, no les arrojará directamente a negociar en el mercado, por más que se proponga favorecer al máximo este tránsito. La potencia contratada seguirá estando por debajo del techo de los 10 kilovatios.

De partida, el Gobierno se ha propuesto utilizar la tarifa para elevar los ingresos del sistema. Por eso se plantea cambiar la ponderación, de manera que aumente el peso de la potencia contratada en detrimento del consumo realizado. En una primera lectura, este reequilibro castiga a las segundas viviendas o los pisos vacíos. Pero también supone un desincentivo al ahorro energético, al dejar mayor campo libre al gasto por consumo.

El otro objetivo propuesto es la introducción de una mayor claridad en los recibos. El nuevo modelo de factura de la luz constará de tres páginas en las que vendrán especificados los orígenes de las tecnologías que han generado el suministro. Pero la información básica detallará los pagos correspondientes a la potencia contratada, la energía consumida, los pagos por peajes, así como la fiscalidad aplicada a la electricidad, el impacto del IVA y otros gastos como, en su caso, el alquiler del contador.

Un módulo adicional de la factura especificará los consumos en hora punta (la horquilla en la que el suministro resulta más caro) y en hora valle, cuando la energía resulta más barata. También se especificará si el consumo es estimado o corresponde a la lectura real del contador. El Ministerio de Industria ha tenido que dar marcha atrás en la imposición de una facturación mensual del consumo, por las abundantes quejas sobre el cobro de cantidades estimadas que aplicaban las compañías.

El nuevo recibo detallará si se trata de un consumo estimado, y su ajuste a la lectura real del contador.