El FROB ingresa 60 millones por Evo

Sofía Vázquez
sofía vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El fondo norteamericano Apollo compra sin ayudas públicas un banco que «potenciará»

10 sep 2013 . Actualizado a las 13:17 h.

Evo Banco -nacido para reestructurar la antigua red de oficina de las cajas gallegas fuera de Galicia- es la primera institución financiera que el FROB ha logrado vender ingresando dinero, y no regalándola por un euro. El fondo de inversión norteamericano Apollo, que compitió hasta última hora del viernes frente a la oferta conjunta presentada por AnaCap y Centerbridge, ha firmado un contrato de compra por 60 millones de euros. El mayor compromiso es preservar su red de oficinas y los 590 puestos de trabajo (las otras dos alternativas, venta a un banco nacional o liquidación, hubieran exigido la destrucción de todo el empleo), mantener su sede social en España y convertirlo en un «banco estable e importante en el sistema financiero» español. Apollo ha firmado un acuerdo de estabilidad por un mínimo de entre 5 y 8 años. Prevé ampliar capital (multiplicando por más de 2 el actual) y triplicar el negocio de Evo.

Fundado en 1990 y con 113.000 millones de dólares en activos bajo gestión, la compañía presidida por Leon Black ha presentado un proyecto que prevé establecer Evo Banco como núcleo de su plataforma de actividad financiera en España. La operación se realizó a través de Apollo EPF II, que ha adquirido recientemente Finanmadrid y Avat Card, compañía que ya posee en España la licencia para operar como establecimiento de crédito y que se completará con la ficha bancaria solicitada ya para Evo Banco.

De ruinoso a rentable

Evo fue un proyecto nacido de la nada de la mano de José María Castellano y César González-Bueno, presidente y consejero delegado de NCG. El objetivo era convertir un negocio ruinoso en rentable. Cuando llegó Castellano había un gap negativo de crédito y depósitos de 12.000 millones, mientras que ahora es positivo en 900. Se acaba así la exportación de ahorro gallego para ofrecer créditos fuera de la comunidad gallega, donde la mora alcanzaba valores de dos dígitos.

Ayer González-Bueno advirtió que la venta es una decisión «muy bien tomada» por parte de las autoridades españoles porque «Evo tenía un valor para los compradores distinto al de los finales propietarios de NCG, entonces ¿por qué no hacerlo antes y dejar a Novagalicia más limpia y atractiva para su proceso de venta?». Aseguró que la noticia refuerza la imagen del sistema financiero español, en el que hay «interés y confianza». Al ser preguntado por quiénes serán los dueños de Novagalicia, dijo que «es una página todavía por escribir», un proceso competitivo en el que de lo que se trata es de maximizar los ingresos para el Estado».

Evo se vendió estando aún en pérdidas. En el semestre alcanzaron los 31,68 millones, una cantidad que se ha reducido en una veinteava parte respecto a las que contabilizaban las antiguas redes de Caixanova y Caixa Galicia fuera de la comunidad.

Gran interés

La operación suscitó un gran interés, ya que por ella se sintieron atraídos más de 20 grupos extranjeros y un banco español, Bankinter. La operación de Evo demuestra lo dicho por Bruselas: no hay ningún impedimento para que un fondo de inversión compre una entidad financiera española. Fuentes del mercado consideran que a partir de ahora uno de los principales desafíos que tiene Apollo es llevar a la compañía a una situación que le permita -como suele ser habitual- salir a Bolsa. Pero hasta entonces tendrán que pasar entre 4 y 7 años. En un escenario más corto falta por alcanzar un acuerdo laboral (en quince días) y romper todos los vínculos con NCG, lo que ocurrirá en enero.