Europa quiere que los españoles trabajen «más tiempo y más duro»

j. a. bravo MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

El Eurogrupo pide otra vuelta de tuerca al mercado laboral y a las pensiones

29 oct 2013 . Actualizado a las 10:09 h.

Más sufrimiento, pese a las «notables mejoras» registradas el último año. Esa es la receta que ayer dio a España el controvertido Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas de Holanda, a fin de seguir avanzando en el camino de la recuperación en el que acaba de entrar -con un tenue crecimiento del 0,1 % en el tercer trimestre, según avanzó el Banco de España- tras un año y medio en recesión. Y es que, en su opinión, los españoles no han terminado de «adaptarse a la nueva realidad económica» que marcará el modelo social europeo en los próximos años, por lo que les instó a trabajar «todavía más tiempo y más duro».

No entró, sin embargo, en el detalle de cómo será posible prolongar el trabajo en un país que, según la EPA del tercer trimestre, aún arrastra una tasa de paro histórica de casi el 26 %, con 5,9 millones de personas buscando un puesto de trabajo que solo llega con cuentagotas, sobre todo a través del autoempleo, con apenas nuevos contratos indefinidos y predominio de los temporales.

Dijsselbloem, que dio una conferencia en Madrid ante destacados representantes de la política y la economía, optó por la vía fácil y abundó en un discurso ya conocido. «El desempleo es muy alto, sobre todo para los jóvenes, y hacen falta más reformas laborales, porque el nuevo crecimiento es necesario», dijo. A su juicio, el mercado de trabajo español debe ser «más dinámico» y con una contratación «más moderna», aunque eludió concretar cómo lograrlo.

Sí reconoció, no obstante, los avances logrados por las reformas estructurales ya emprendidas por el Gobierno -entre ellas, la laboral-, que «no fueron fáciles». Añadió, asimismo, que resulta «alentador» para otros países ver los logros alcanzados en España estos meses, para a continuación insistir en que es «necesario» seguir en ese camino -entre otras cosas, porque eso permitirá «suavizar» los objetivos de déficit, dijo- y «no perder el sentido de urgencia que se tenía en plena crisis».

En España sí, en Holanda no

Otro hito de esa senda debe ser, destacó el presidente del Eurogrupo, ir más allá en la reforma de las pensiones que se tramita actualmente en el Parlamento. A tal fin, dijo que habrá que trabajar más años y con mayor esfuerzo, «un mensaje -admitió- que no es popular para un político». «Por eso lo puedo decir en España pero no lo diría en mi país», confesó con cierta sorna.

Y, todo ello, sin que estén garantizados los resultados, pues apuntó que «será difícil llegar a niveles de crecimiento como los registrados antes de la crisis».

No es la primera vez que sus declaraciones resultan polémicas. A finales de marzo ya sembró el temor entre los socios del euro al advertir -luego desmentido desde el BCE- que los próximos rescates seguirían el modelo de quitas de Chipre.

En su visita a Madrid, Dijsselbloem se reunió también con el presidente Rajoy y con el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.