El presidente de la empresa avanzó el plan de futuro a los comités, que exigen su retirada
03 dic 2013 . Actualizado a las 20:05 h.El presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, aseguró ayer a los miembros del comité intercentros de la compañía pública que el plan industrial diseñado para el 2014-2018 tiene el objetivo de mantener todos los astilleros y los puestos de trabajo actuales. Sin embargo, no fue capaz de garantizar encargos que supongan ocupación para las factorías, algunas de las cuales, como las de la ría ferrolana, se acaban de quedar completamente paralizadas. Por ello, los representantes de la plantilla se mostraron muy escépticos al término del encuentro que se celebró en Madrid con el objetivo de abordar el contenido del plan de viabilidad.
Jesús Pérez, portavoz de la sección sindical de UGT en Navantia Ferrol, aseguró que las previsiones que maneja la compañía son las de contar con el pedido para la construcción de cuatro buques gaseros para Repsol y Gas Natural, el flotel para Pemex y el diseño y la transferencia de tecnología para la fabricación de un megabuque anfibio para Turquía. El primero de estos encargos se ha fugado a astilleros asiáticos, aunque el presidente de Navantia insiste en que tanto la empresa como el Gobierno están realizando grandes esfuerzos para revertir esta situación. El flotel mexicano aún está en fase de licitación -Revuelta insistió en que se hará, pero cuando quiera el cliente- y el contrato turco ya ha experimentado varios aplazamientos.
Recelos
El hecho de que no existan garantías de ocupación a corto y medio plazo eleva los recelos de los portavoces de los trabajadores. «Me pregunto cómo se va a sostener esto sin carga de trabajo», afirmó Jesús Pérez. Antonio López, de la CIG, aseguró que el documento no incluye ni inversiones ni garantías de trabajo, por lo que manifestó sus sospechas de que Navantia vaya a retrasar medidas de ajuste hasta que logre nuevos contratos. «O que nos presentaron non é un plan, é unha sucesión de boas intencións».
Revuelta anunció que se pondrá en marcha un programa de ahorro de costes, pero no concretó con qué medidas. Aunque los portavoces de la plantilla reclaman que se retire el plan de futuro hasta que haya ocupación, el documento será abordado en el consejo de administración de mañana. La compañía insiste en que persigue su viabilidad, pero que ha de acometer una seria transformación. Tendrá que hacerlo inmersa en su mayor crisis.
Evitar la paralización
Revuelta les aseguró que el equipo directivo seguirá trabajando desde el día 5 como hasta ahora. Sin embargo, no les explicó a lo que se va a dedicar la plantilla de las factorías públicas gallegas a partir de ahora.