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Los lusos que faenan en Galicia amarrarán los fines de semana

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

También tendrán que acatar los topes que se impongan en España

17 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Lo había dejado caer hace un par de semanas en Celeiro el secretario general de Pesca, Carlos Domínguez: que el cambio en el organigrama pesquero de Portugal había abierto un resquicio a introducir modificaciones en el acuerdo que Madrid y Lisboa vienen revalidando desde 1986 y que expira el día 31. Y ayer se confirmaba. España y Portugal, los ministros Arias Cañete y Assunção Cristas, firmaron ayer en Bruselas un nuevo convenio para los próximos dos años que reedita las licencias recíprocas -esto es, los 30 permisos que España da a buques portugueses para que faenen por fuera de las 12 millas en el Cantábrico Noroeste y los 30 que Portugal ofrece a los españoles para faenar en sus costas-, pero altera las reglas de juego en el sentido que lo demandaban los arrastreros gallegos. Si hasta ahora los lusos faenaban en Galicia con las normas portuguesas, a partir de enero tendrán que hacerlo con las leyes españolas. En definitiva, que los arrastreros del Miño para el sur tendrán que cumplir el descanso semanal si faenan en la costa cantábrica, como ya regía para los barcos del cerco. Por contra, las embarcaciones españolas que trabajen en aguas de Portugal no tendrán que amarrar el fin de semana si el país vecino sigue permitiendo que su flota trabaje en sábados y domingos.

Del mismo modo, los portugueses deberán acatar las disposiciones españolas relativas a descargas. Así, si la organización de productores del puerto en el que operan tiene fijado algún límite de desembarco de capturas, todos deberán acatarlo, independientemente de la bandera y la zona en la que hayan efectuado la pesca.

El acuerdo, que regula el acceso mutuo a las aguas continentales y a las zonas fronterizas del Miño y del Guadiana, beneficia a unos 160 barcos españoles, 110 gallegos, según cálculos de Mar. Tendrá dos años de vigencia, tiempo que se calcula suficiente para cerrar un nuevo texto que revise el intercambio de posibilidades de pesca.

Distinto entusiasmo

La firma no ha sido recibida con el mismo entusiasmo al sur y al norte del Miño. De la Raia para arriba, los arrastreros no dudaron en felicitar a la Administración «por poñer fin a dez anos de desequilibrio que non tiñan razón de ser», señaló Torcuato Teixeira, secretario xeral de Pescagalicia. El colectivo había denunciado en reiteradas ocasiones que las diferentes reglas de juego que tenían los portugueses los perjudicaba, pues poder trabajar sábado y domingo permitía a los lusos abastecer el mercado gallego antes de que la flota española pudiese hacerse al mar.

Mientras, los portugueses prevén «consecuencias catastróficas para los navíos portugueses que operan» en el norte de España. Subrayan, además, que la mayoría de los afectados son armadores españoles que compraron barcos lusos para eludir el descanso semanal.