Los carburantes torturan enero

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El «centimazo sanitario» que grava con el tipo máximo los combustibles de automoción en Galicia encarece desde el día 1 el litro de gasolina y de gasoil en casi 3 y 4 céntimos

03 ene 2014 . Actualizado a las 12:19 h.

El que avisa no es traidor, pero no hay dicho que valga para consolar al conductor gallego, especialmente a aquel que se mueva en un coche diésel. El bolsillo duele más desde el miércoles, cuando entró en vigor en Galicia el nuevo tipo del tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos, más conocido como céntimo sanitario. Desde el 1 de enero la Xunta aplica el máximo que le permite el Gobierno central: 4,8 céntimos por litro, tanto de gasolina como de gasoil, que van directamente a las arcas autonómicas. En el caso del primer combustible suponen 2,4 céntimos más que antes, y en el segundo, 3,6. Y eso es lo que ha subido cada uno de los carburantes. Para comprobar cuál iba a ser el impacto de ese incremento fiscal anunciado hace ya unos meses por la Xunta se tomó nota de los precios de venta al público de los dos principales combustibles de uso común en dos gasolineras de la provincia de A Coruña, una de Repsol en Ferrol, y otra independiente en Pontedeume. El seguimiento fue breve: desde el lunes 30 de diciembre hasta ayer 2 de enero.

La conclusión es que, en la estación de Repsol, el litro de gasolina se ha encarecido de un día para otro (con cambio de año por medio) 2,9 céntimos (un 2 % más), mientras que el de gasoil cuesta 3,7 céntimos más (un 2,7 %). Como se ve, esta petrolera ha aprovechado la entrada en vigor del nuevo tipo impositivo para encarecer más de lo previsto el litro de cada carburante.

En el caso de la estación independiente, el incremento coincide exactamente con el aumento del céntimo sanitario. Es decir, el litro de gasolina cuesta 2,4 céntimos más, y el de gasoil, 3,6.

El pequeño seguimiento ha servido para volver a constatar la diferencia de precios entre el principal operador del mercado y una estación independiente cualquiera. En este caso concreto, el litro de gasolina costaba ayer 1,421 euros en Repsol y 1,379 en la independiente (cuatro céntimos menos); mientras que el gasoil se expendía a 1,400 y 1,333 euros (seis céntimos de diferencia), respectivamente.

Aunque son solo ejemplos, el precio de la estación de Repsol sirve como referencia para la mayor parte de gasolineras de su red (son mayoría en Galicia), salvo excepciones. De hecho, los días de seguimiento (que se efectuó a través de la página web del Ministerio de Industria) el precio que marcaba la estación de Ferrol era el mismo que lucían casi todas las demás bajo la misma bandera. Las excepciones están en la autopista (donde los combustibles son más caros) o en localidades donde no hay gasolineras competidoras cerca, como en Vilarrodís (Arteixo).

El incremento del céntimo sanitario movilizó a los profesionales del sector del transporte de mercancías por carretera, pero, como se ve, sin éxito alguno. De nada parece haber servido la movilización que protagonizaron a mediados de diciembre en Santiago. Desde el miércoles tienen que pagar más por llenar el depósito de gasoil. Muchos de ellos tendrán derecho a la devolución de los 3,6 céntimos que ha subido en Galicia el litro de ese carburante. Pero esto no satisface a las federaciones de transporte. De momento, toca esperar a ver qué ocurre. Alberto Vila, gerente de Apetamcor (Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia) apuntó a que ahora su principal misión es tomar nota del consumo de carburantes en la comunidad durante el primer trimestre. Quieren datos que corroboren algo de lo que están convencidos: que el aumento del impuesto hará caer la demanda, como ya ocurrió en otras comunidades. Y con esos datos acudir a la Xunta para que compruebe que no recaudará lo previsto (53 millones de euros) e intentar así que cambie de opinión.

Repostar en otras comunidades

Vila avanza que los profesionales del transporte preferirán repostar antes que en Galicia en otras comunidades como Castilla y León, que aplica también el máximo de 4,8 céntimos, pero la devolución es del 100 % del impuesto autonómico.

«Parece que a carretera é a forma máis fácil de recaudar, parece un saco sin fondo», denunció Vila.

Los precios en una estación de Repsol están por encima del aumento fiscal

Los transportistas auguran que el incremento hará bajar el consumo de hidrocarburos