El Banco de España lo atribuye a la pérdida de peso del empleo precario
27 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La enorme destrucción de empleo precario desde el inicio de la crisis, y su impacto en la composición global de la fuerza de trabajo, estarían detrás de los problemas que ha mostrado la estadística oficial para medir cuánto han bajado los salarios. Dicho de otro modo: la pérdida de peso relativo del empleo peor remunerado a la hora de calcular la evolución de los sueldos ha sido un elemento de sesgo ignorado por los indicadores, que han ponderado más los salarios de los trabajadores con más experiencia y formación. Es decir, los mejor pagados.
Esta es una conclusión que se incluye en el boletín económico de febrero del Banco de España, y donde se corrige que, frente a una caída salarial en el 2012 estimada en el 1 %, habría que hablar de un descenso del 2 %. Un porcentaje al que el Banco de España llega tras analizar qué ha ocurrido con los sueldos de distintos grupos de trabajadores. El supervisor atribuiría así a este hecho el divorcio existente entre lo que miden las instituciones y lo que padecen las familias, cada vez con más dificultades para llegar a fin de mes. El pasado octubre, el propio ministro Montoro, para asombro de muchos, llegó a defender en el Congreso que los salarios crecían moderadamente.
La evolución
El análisis sobre los cambios en la composición del empleo y su impacto en la evolución de los salarios, elaborado por Sergio Puente y Sofía Galán, ofrece algunos datos muy reveladores: entre el 2008 y el 2012, período en el que se vivieron dos recesiones, los trabajadores de menor nivel formativo pasaron de representar el 14,8 % del total de ocupados al 10 %. Y en cambio, la proporción de empleados con más de tres años de experiencia trazó la dirección contraria.
En el 2008 eran el 61,7 % del total y, casi un lustro después, representaban ya el 73 %. Todo esto, según el Banco de España, explica que se pudiera hablar de incrementos salariales desde el inicio de la crisis pese a la intensa destrucción de empleo y que se minimizase el proceso de moderación y devaluación salarial desde el año 2010.