Cada 12 minutos, un piso para la banca

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Colectivos antidesahucios formando una cadena humana frente a una casa para evitar el desalojo.
Colectivos antidesahucios formando una cadena humana frente a una casa para evitar el desalojo. efe< / span>

El número de desahucios rozó los 50.000 casos en el último año tras aumentar un 11 %

20 may 2014 . Actualizado a las 18:05 h.

La presión social llegó a la política; y desde los despachos de esta se trasladó a la banca. Y así, en los últimos meses el drama de los desahucios en España, que llegó a provocar incluso algún suicidio, fue amainando, y las protestas a su vez se fueron conteniendo. Sin embargo, los datos que acaba de presentar el Banco de España sobre ejecuciones hipotecarias y lanzamientos por parte de las entidades financieras revelan que, lejos de haber desaparecido, este problema sigue ahí. Latente. Según el supervisor, durante el 2013 los bancos españoles se quedaron casi 50.000 viviendas, entregadas por sus inquilinos después de que estos no pudieran seguir pagando la letra.

Conviene apuntar que en los datos revelados ayer, al contrario que otras estadísticas, no se incluyen trasteros o plazas de garaje, que contribuyen a inflar otras estadísticas. Es decir, se trata de números mucho más cercanos a la realidad.

Esos 49.694 casos en concreto suponen que cada 12 minutos, las entidades españolas se quedan con una vivienda de alguno de sus clientes, porque sencillamente ya no la pueden pagar. Es un problema para el ciudadano, claramente, y también para la banca, que está acumulando un stock de viviendas de compleja salida en el mercado, que además le penaliza en sus cuentas (tiene que hacer una dotación económica por cada inmueble).

Estos casos de entrega de vivienda registrados el curso pasado suponen un 11 % más que en el 2012. Y es chocante porque fue en el 2013 cuando una inmensa mayoría de entidades financieras -casi un centenar- se prestaron a participar en el llamado código de buenas prácticas para tratar de evitar los desahucios. Y estos, por lo que se ve, han seguido, aunque con un ruido más aplacado. «Ahora se trata de llegar a acuerdos con los inquilinos, buscarles otra vivienda, renegociar las condiciones...», apuntan fuentes de la banca. Hay un dato que corrobora todas esas intenciones: los desahucios en los que tienen que intervenir las fuerzas del orden han caído un 60 % en un año. Han pasado de 346 casos a menos de 150. Son los desalojos que tienen un mayor impacto.

Los datos del Banco de España también discriminan entre los procesos que afectan a la vivienda habitual -los casos más problemáticos- y los que son de segunda residencia. Y de las casi 50.000 entregas, 38.900 correspondieron al primer caso; es decir, en el 80 % son personas que tuvieron que buscar otro hogar. Es una cifra prácticamente similar a la del 2012. Por lo tanto, el repunte en los desahucios obedece a lo sucedido en la segunda residencia: de 5.600 procesos se ha pasado a 10.700.

La dación, para unos pocos

El informe señala además que de los casi 50.000 casos del año pasado, el 60 % de las entregas fueron forzosas (con procedimiento judicial por el medio) y el resto, voluntarias, pactadas entre la entidad y el afectado. Ahí entra en funcionamiento la gran demanda de las plataformas antidesahucio: la dación en pago. Entregar la vivienda al banco y olvidarse de cualquier futuro pago. Sin embargo, esta fórmula no termina de imponerse. Solo en 32 de cada 100 procedimientos el banco acepta esta fórmula. Es prácticamente lo mismo que sucedía en el 2012, pero con una diferencia: entonces no estaba en vigor el proclamado código ético de la banca. Conclusión: su funcionamiento es mejorable.

Asociaciones de consumidores como Adicae y Facua pidieron ayer al Gobierno medidas más efectivas para frenar la «sangría de los desahucios», y sugirieron además que ha habido «maquillaje» y «cocina» en los datos.