Bancos portugueses piden la venta de la macroplanta acuícola de Pescanova en Mira

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Las entidades acreedoras se niegan a reestructurar los 99,8 millones de deuda

31 may 2014 . Actualizado a las 10:35 h.

Los portugueses dicen que es una planta maldita. Y eso, por los dos graves accidentes sufridos en los tanques de agua (en abril del 2009 y en octubre del 2011), cuando la macrogranja acuícola de Pescanova en Mira (Portugal) estaba a pleno rendimiento; y por la aparición de un parásito (en junio y noviembre del 2012) que obligó al sacrificio masivo de los peces. Pero no son los accidentes ni las plagas, sino los bancos acreedores lusos los que amenazan la continuidad de la mayor fábrica de cultivo de rodaballo de Europa.

Las entidades portuguesas han pedido a Pescanova la venta de la filial lusa para recuperar los casi 100 millones de euros de deuda que se niegan a reestructurar. Los bancos rechazan, además, mantener la vía de liquidez que necesita la piscifactoría para seguir activa, y que requeriría un crédito a mayores de 40 millones.

Sin posibilidad de rescate por parte de la matriz española (el convenio lo prohíbe expresamente) y con el grifo financiero cerrado en Portugal, la ejecución de la venta se presenta como un escenario más que probable.

Liquidación de activos

Fuentes financieras explican que Acuinova Portugal es un proyect finance, en el que los bancos portugueses que lo han financiado tienen como garantía los activos de la compañía, y lo pueden hacer valer. «Si ellos quieren y ejecutan, nada podrá impedirlo», aseguran estas fuentes.

Según el informe económico financiero -elaborado por el administrador concursal de Pescanova, Deloitte-, la piscifactoría de Mira adeuda un total de 99,8 millones de euros a los principales bancos portugueses (Banco Caixa Geral, BPI, Banco Espirito Santo y BCP). Pero el encadenamiento de siniestros en la planta y sus bajas previsiones de productividad no son condiciones que animen a las entidades a apostar por Mira.

Previsiones fallidas

Pescanova recibió un total de 58,7 millones de euros de ayudas por parte del Gobierno luso, con la previsión de convertirla en la mayor planta de cultivo de rodaballo del mundo, con una producción estimada de 7.000 toneladas al año. Pero los objetivos no se han cumplido. En en el 2010 produjo 2.880 toneladas, en el 2011 subió a 3.931 y en el 2012 alcanzó las 4.397 toneladas.

La propia compañía reconoce en sus cuentas del 2013, publicadas esta misma semana en la CNMV que, una vez subsanadas las averías, la planta producirá en torno a 3.500 toneladas en los próximos años a medida que vaya avanzando el período de maduración y crecimiento de los peces.