Solicita tiempo y nueva financiación a las entidades lusas para garantizar la supervivencia de la planta de Mira
07 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Los futuros dueños de Pescanova (los bancos Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA, Caixabank y UBI) no saben qué hacer con la filial portuguesa Acuinova Actividades Piscícolas, productora de rodaballo. Lo han intentado todo, incluida su venta. Pero no es una operación sencilla. La multinacional noruega Stolt Sea Farm, asentada en Galicia desde hace más de dos décadas, es uno de los grupos que ha rechazado la oferta.
A falta de compradores, la refinanciación de la deuda de casi 100 millones de euros, junto con la inyección de liquidez para alimentar a los peces y garantizar el mantenimiento de la planta, es la única solución viable en el corto plazo.
Tampoco es sencillo, pero en esas está la dirección de la filial portuguesa y los representantes de los bancos que, antes de que finalice el año, harán efectiva su entrada en el capital de Pescanova y la toma de control del grupo.
Fuentes de las negociaciones explican que el objetivo es conseguir un acuerdo con la banca lusa para que se comprometa a no exigir a Acuinova Actividades Piscícolas las cantidades debidas (99,8 millones de euros, exactamente) durante un período de dos años. Sobre la mesa está, además, la solicitud de una nueva línea de financiación cuya suma oscilaría entre los 30 y los 40 millones de euros.
Los portugueses, reticentes
Poco más se puede hacer que esperar la decisión de los bancos portugueses que, desde el primer momento, se han mostrado escépticos sobre la viabilidad de la filial acuícola. Su postura es casi unánime a favor de ejecutar la deuda y liquidar la filial, pero la decisión no está tomada, y la negociación continúa..
La planta de cultivo de rodaballo de Mira, considerada la mayor de Europa, es en realidad un project finance, es decir, los bancos portugueses que lo han financiado tienen como garantía los activos de la compañía y lo pueden hacer valer.
Según el informe económico financiero -elaborado por el administrador concursal de Pescanova, Deloitte-, la deuda de la piscifactoría de Mira está en manos de los principales bancos portugueses (Banco Caixa Geral, BPI, Banco Espirito Santo y BCP). Pero el encadenamiento de siniestros en la planta y sus bajas previsiones de productividad no son condiciones que animen a las entidades a apostar por Mira.
La situación de Banco Espírito Santo, rebautizado como Novo Banco tras su rescate estatal, tampoco ayuda. La entidad, que ha necesitado una recapitalización de 4.900 millones ha sido una de las más reacias a refinanciar la instalación acuícola en las negociaciones que se han mantenido en los últimos meses.
Su situación actual
Los administradores concursales de Pescanova reconocieron en la junta de accionistas celebrada el pasado 1 de julio que la planta de rodaballo funciona a la mitad de su capacidad y que «para reactivarla», precisaría «una inyección relevante» de capital.
Pescanova recibió un total de 58,7 millones de euros de ayudas por parte del Gobierno luso, que se ha negado a conceder más apoyos porque las previsiones de producción y empleo prometidas por la compañía no se han cumplido. En el 2010 produjo 2.880 toneladas de rodaballo, en el 2011 subió a 3.931 y en el 2012 alcanzó las 4.397 toneladas, frente a las 7.000 previstas.
La compañía reconoce en sus cuentas del 2013 que cuando se subsanen las averías, la producción de la planta se quedará en 3.500 toneladas.