En la plaza madrileña hay cada vez más «rascacupos», a los que se distingue por llevar una gorra con la bandera tricolor de Venezuela o con el escudo del país
01 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.-¡Ehhh, el de la gorra! ¿Es usted un raspacupo?
-¿Un raspa qué?
-Raspacupo. Yo le explico: cuando un ciudadano venezolano sale del país como turista y viene, por ejemplo a España, tiene derecho a comprar 3.000 dólares a un buen precio. ¿A cuál? Digamos que 1 dólar se puede adquirir por doce bolívares, cuando en el mercado negro el cambio llega a alcanzar los 200. Pero esa cantidad no se le entrega en dinero contante y sonante si no que el Gobierno venezolano la asigna a una tarjeta de crédito del beneficiario, que a la vuelta de su viaje tiene que presentar las facturas correspondientes por el gasto realizado. Ni por un dólar más.
Es en este momento cuando entra en juego la picaresca. Centrémonos en Madrid. El ciudadano en cuestión llega a la Puerta del Sol y busca a los llamados raspacupos. ¿Quiénes son? Personas, hombres generalmente, que se les distingue por llevar una gorra con la bandera tricolor de Venezuela o con el escudo del país. El negocio es fácil: te dan una factura legal por los 3.000 dólares (euros al cambio) y te entregan el dinero excepto un 10 %, más o menos, que es la comisión con la que se quedan los raspacupos. Es precisamente de «raspar» la tarjeta en el datáfono bancario de donde les viene su nombre.
El turista en cuestión obtiene dinero líquido, que una vez que llegue a Venezuela podrá revender en el mercado negro. Hagamos un cálculo: El raspacupos se queda con 300 dólares (el 10 % de 3.000) y el turista se llevará en su cartera 2.700. Cuando llegue a su país, estos 2.700 dólares los revenderá a un precio medio de 185 dólares, pongamos como ejemplo, así que se obtendrá 499.500 bolívares una cantidad que casi multiplica por catorce los 36.000 bolívares que invirtió antes de partir de viaje.
Alguien puede pensar que el viaje de Caracas a España no sale gratis, por lo que el negocio del trapicheo con la moneda se ve drásticamente encogido. Es cierto, pero también lo es que a veces viajan solo las tarjetas.
Pongamos en valor los 499.500 bolívares o lo que es lo mismo, en este caso, los 2.700 dólares. ¿Qué se puede comprar en el país con esa cantidad? Pedro García Otero, corresponsal de La Voz en Venezuela, nos explica lo siguiente:
Conocer el precio medio de productos de primera necesidad que en cualquier país normal sería muy sencillo, en Venezuela es casi objeto de un tratado de Economía.
Depende de que tasa de cambio se utilice respecto al dólar. En Venezuela hay en realidad cuatro tipos. La oficial más barata se sitúa en 6,30 bolívares por dólar y la más cara, dólar today (la del mercado negro) se acaba de colocar a 214. Pongamos los precios en la tasa oficial explicada y en la extraoficial y usted verá la diferencia. Con una, Venezuela es el país más caro del mundo; con la otra, el más barato. Veamos los precios:
Una barra de pan: 20 bolívares (a 6,30, costaría 3,5 dólares; a 214, su precio se situaría en 10 centavos de dólar).
Un litro de leche: 40 bolívares (a 6,30, 6,5 dólares; a 214, alcanzaría los 20 centavos de dólar).
Una entrada al cine: 200 bolívares (a 6,30, unos 30 dólares; a 214, el precio se fija en 90 centavos de dólar).
Un McCombo: 300 bolívares (a 6,30, 45 dólares; a 214, un dólar y medio).
De la gasolina, ni hablar: un litro cuesta 0,009 bolívares, un tanque completo 3 bolívares (a cambio oficial 0,5 dólares; a cambio libre, 0,015 centavos de dólar). Es regalada. El costo de producción se sitúa en 4 bolívares un litro. En definitiva, los venezolanos están desquiciados. El dólar today pasó el jueves de 200 a 214 bolívares de un solo golpe, el miércoles había subido de 187 a 200. Un dato más: el salario mínimo, según la cotización del dólar negro, es de 25 dólares.