
La expansión hacia Asia y la apuesta por el canal «on-line» son los hitos de su gestión
31 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El 9 de junio del 2005, el día que Pablo Isla, recién designado consejero delegado de Inditex, aterrizó en la sede de la textil en Arteixo, la compañía gallega valía en bolsa poco más de 14.000 millones de euros. Hoy, diez años después, la multinacional ya está valorada en el parqué en cerca de 94.000 millones, después de que sus acciones se hayan revalorizado un 565 % en este período.
Es solo uno de los indicadores que muestran la expansión de la compañía desde que el directivo madrileño -uno de los quince mejores empresarios del mundo, según la Universidad de Harvard- pilota el rumbo de un gigante que bajo su mandato ha triplicado los ingresos anuales. De hecho, la facturación de Zara en el último año (casi 11.600 millones) duplica de largo la cifra de negocios de todo el grupo en el ejercicio 2004, el inmediatamente anterior al desembarco de Isla.
Elegido para conducir el proceso de expansión de la empresa, que necesitaba dar un salto de nivel para competir de tú a tú con las grandes multinacionales del sector, bajo su mandato Inditex se ha convertido en un gigante global. No solo se ha triplicado el número de tiendas y la superficie comercial del grupo, sino que se ha acelerado el proceso de expansión internacional. En solo diez años, la empresa ha abierto 32 nuevos mercados -hoy tiene tiendas en 88 países- y, más importante aún, ha conseguido diversificar su posición geográfica y reducir su exposición a Europa, que en el 2004 aportaba casi el 83 % de los ingresos del grupo, porcentaje que ha ido disminuyendo hasta el 65 % actual.
En esta transformación ha sido fundamental la apuesta por el mercado asiático, con China como gran polo de crecimiento. No en vano, si en el 2004 la presencia del grupo se limitaba a una tienda de Zara en Hong Kong, este año ha superado ya la barrera de los 500 establecimientos en el país, donde han desembarcado todas las cadenas de Inditex, con presencia en más de 60 ciudades.
Venta por Internet
Claro que un modelo de crecimiento basado únicamente en tiendas físicas no era suficiente ante el auge del comercio electrónico, un canal en el que, aunque con cierto retraso frente a la competencia, Inditex entró de lleno en septiembre del 2010, cuando lanzó la tienda virtual de Zara en España y otros cinco países europeos. Hacía tres años que el grupo contaba con una plataforma de venta on-line para Zara Home, su cadena de ropa de hogar, pero el verdadero salto adelante llegó cuando empezó a comercializar por Internet las prendas de su principal enseña -que hoy vende por esta vía en casi una treintena de países-, abriendo un camino que luego siguieron el resto de firmas del grupo. El impacto de esta apuesta en la cifra de negocios de la compañía es todavía difícil de cuantificar, porque la empresa guarda celosamente los datos de facturación on-line, aunque las cuentas de Fashion Retail y ITX Fashion, sus principales filiales de venta por Internet, relativas al ejercicio 2013, apuntan a unas ventas superiores a los 550 millones de euros.
Para apuntalar este crecimiento, Inditex ha tenido que ampliar y modernizar su red logística, con la apertura de nuevas plataformas, ubicadas en Meco (Madrid) y Cabanillas del Campo (Guadalajara), así como una decena de almacenes para atender los pedidos de las tiendas virtuales. Proyectos que, sumados a la expansión de la red comercial, han supuesto una inversión total de 10.700 millones en los últimos diez años.