La renta de los jubilados supera por primera vez la de los ocupados

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Con casa pagada y menos cargas familiares, disponen de más dinero para vivir

14 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay precedentes. El año pasado, por primera vez desde que existen datos, los jubilados superaron en poder adquisitivo a los trabajadores en activo. En los hogares sustentados por los primeros, la renta media disponible para cada miembro de la unidad familiar se situó en 20.720 euros, frente a los 20.220 de aquellos en los que un ocupado es la principal fuente de ingresos. Así lo constata la última encuesta de condiciones de vida, tomando como referencia la renta media por unidad de consumo y alquiler imputado. Una vara de medir que permite calcular el poder de compra en función del nivel de gasto de cada miembro del hogar (diferencia entre adultos y menores de edad) y que calcula la mayor renta de la que disponen aquellos hogares que no pagan alquiler, por tener vivienda en propiedad o por abonar por ella un precio sensiblemente inferior al mercado.

Dos ajustes claves para calcular con precisión el poder adquisitivo de los jubilados que, de forma mayoritaria, no soportan ya la carga de una hipoteca, por lo que pueden destinar todos sus ingresos al consumo. Además, tienen menos cargas familiares directas, aunque la estadística no refleje que durante la crisis han sido legión los pensionistas que se han convertido en sustento de hijos y nietos, castigados por las altas tasas de desempleo, aunque estos no vivan con ellos.

La Voz

Pero incluso sin estos ajustes, la renta media por persona en los hogares de los jubilados supera también a la de aquellos sustentados por un trabajador en activo (con una diferencia de casi mil euros anuales: 13.236 euros frente a 12.289). Cinco años antes, en el 2009, la diferencia era de 713 euros, pero a favor de los ocupados.

Y es que en este lustro de crisis, marcado por la precarización del mercado laboral y un proceso de moderación -cuando no recorte- salarial, las pensiones han aguantado mucho mejor el tirón que las nóminas de los trabajadores. De hecho, la prestación media por jubilación se ha incrementado en estos cinco años casi un 20 %, al pasar de los 852,75 euros de mayo del 2009 a los 1.019,7 del mismo mes de este 2015. En el caso de Galicia, el aumento es incluso un punto mayor, aunque los ingresos medios de los jubilados son sensiblemente inferiores a los del conjunto de España (846 euros al mes).

Nuevos pensionistas

Un incremento, el de las pensiones, que puede chocar dadas las reformas que en los últimos años han limitado la subida anual de las prestaciones (la revalorización desde el 2009 roza el 8 %, por debajo de la inflación), pero que tiene su explicación en la jubilación durante este período de trabajadores con mayores bases de cotización durante sus carreras que, por tanto, acceden a pensiones más elevadas.

En los salarios, la tónica ha sido totalmente diferente, no solo por la política de contención aplicada durante los últimos años, sino por la destrucción durante este último lustro de 1,2 millones de puestos de trabajo y el auge del empleo a tiempo parcial, con retribuciones económicas mucho más bajas.

Los parados ingresan casi un 17 % menos que hace cinco años

La encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística constata que el impacto de la crisis ha sido desigual y que son los parados los que se han llevado la peor parte. Solo en los últimos cinco años, la renta media en los hogares sustentados por un desempleado ha caído casi un 17 %, al pasar de los 14.953 euros del 2009 a los 12.496 de finales del año pasado.

Y es que no solo se ha desplomado el número de parados con ingresos (la ratio ha caído casi veinte puntos, del 72 al 53 % entre abril del 2009 y el mismo mes de este ejercicio), sino que solo uno de cada tres de los desempleados con cobertura cobra actualmente prestaciones contributivas, las más altas. Pero incluso estas han sufrido la tijera de los ajustes introducidos durante esta legislatura, que redujo la cuantía media de 834 a 801 euros al limitar la cuantía a partir del séptimo mes al 50 % de la base reguladora del último empleo, frente al 60 % que se aplicaba anteriormente.

Riesgo de pobreza

Son precisamente los hogares castigados por el desempleo los que presentan un mayor riesgo de pobreza, con una tasa superior al 41 %. Por contra, solo cinco de cada cien jubilados se encuentran en esta situación, una ratio sensiblemente inferior a la de los ocupados (13,4 %) que los convierte, además, en el único colectivo que no ha empeorado sus cifras durante la crisis.