El comité ejecutivo de la compañía anuncia acciones penales contra los responsables del engaño y designará el viernes al sustituto de Martin Winterkorn
24 sep 2015 . Actualizado a las 10:17 h.El presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, ha dimitido este miércoles tras el escándalo desatado por la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos diésel en Estados Unidos. «Acepto la responsabilidad por las irregularidades halladas en los motores diésel y por ello he pedido al consejo de supervisión que apruebe mi cese», afirma el directivo. «Hago esto por el interés de la compañía, a pesar de que no he hecho nada malo», continúa Winterkorn en una nota, antes de considerar que Volkswagen necesita «aire fresco, también en términos de personal». «Con mi dimisión, despejo el camino para el cambio», indica.
Winterkorn, cuyo contrato finalizaba a finales del 2016, hizo hincapié en que el proceso de clarificación y transparencia debe continuar. «Este es la única forma de ganar confianza. Estoy convencido de que el grupo Volkswagen y su equipo superará esta grave crisis», señaló el hasta ahora presidente del grupo.
Martin Winterkorn se reunió este miércoles por la mañana con el «presidium» de cinco miembros del Consejo de Vigilancia en la sede del grupo en Wolfsburgo, para sacar las conclusiones de la crisis abierta tras salir a la luz que había instalado en once millones de vehículos diésel de varias de sus marcas un software especialmente diseñado para falsear los datos de las emisiones de gases.
El comité ejecutivo del consejo de supervisión de Volkswagen ha anunciado que en los próximos días habrá «más consecuencias personales» derivadas de este escándalo. Esta decisión ha sido adoptada por el comité en una reunión celebrada este miércoles, en la que se han analizado «en detalle» las irregularidades detectadas en Estados Unidos. Las investigaciones internas de la compañía continúan a «gran velocidad», afirma Volkswagen en un comunicado.
Al anunciar nuevos ceses en la compañía, Volkswagen advierte de que «todos los participantes en lo ocurrido, que ha provocado un daño inconmensurable para Volkswagen, sufrirán enteramente las consecuencias». Como parte de este posicionamiento, el comité ejecutivo ha decidido presentar una denuncia ante la Fiscalía estadounidense de Brunswick para que inicie acciones de carácter penal contra los responsables de las irregularidades. Las investigaciones de la Fiscalía contarán con toda la colaboración de Volkswagen. El grupo asegura además que no cejará en la adopción de «todas las medidas que sean necesarias» para recuperar la credibilidad, al tiempo que expresa su «gran respeto» por Winterkorn, de quien «no existen indicios de que haya tenido conocimiento de la manipulación de los datos de emisiones».
Las primeras denuncias se hicieron el viernes pasado en Estados Unidos, y desde entonces esta empresa, que emplea a casi 600.000 operarios en todo el mundo, enfrenta un aluvión de demandas judiciales y de investigaciones.
Las acciones de Volkswagen han cerrado la sesión bursátil de este miércoles con una subida superior al 5%, lo que les ha permitido poner fin a dos jornadas consecutivas de fuertes descensos que le llevaron a perder un 34,73% de su valor en sólo dos días. En concreto, los títulos del fabricante alemán han acabado la jornada del miércoles en los 111,5 euros por título, lo que supone un incremento del 5,19% en comparación con los 106 euros en los que concluyó la jornada del martes.
De esta manera, las acciones de Volkswagen han conseguido frenar la sangría bursátil generada tras conocerse que la compañía había vulnerado la legislación medioambiental en Estados Unidos y manipulado la información acerca de sus emisiones de CO2 en vehículos diésel, que le llevó a caer un 18,6% en la sesión del lunes y un 19,82% el martes.
El presidente de la Federación Alemana de Cámaras de Comercio (DIHK), Martin Wansleben, recordó que el escándalo ha asestado un «golpe en el estómago» a la industria germana. Según economistas y analistas, el caso podría incluso repercutir negativamente en el PIB de la primera economía europea. La exportación de automóviles representa el 20% de la facturación externa de Alemania y el sector da trabajo, de manera directa o indirecta, a un alemán de cada seis.