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Rajoy cierra su mandato con menos paro, pese a que se perdieron cien mil empleos

Gabriel lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El balance laboral del mandato en Galicia
La Voz

Los trabajos eventuales y por horas son los únicos que crecieron en estos cuatro años

23 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cuando yo gobierne, bajará el paro», proclamaba Mariano Rajoy en enero del 2010, casi dos años antes de desembarcar en la Moncloa. Y ahora que acaba su mandato y quedan menos de dos meses para volver a poner las urnas en los colegios para elegir Gobierno, el presidente puede presumir de haber cumplido su augurio. Gracias al arreón final, el paro se ha reducido en estos cuatro años en 436.500 personas y cierra la legislatura por debajo de la barrera de los cinco millones, por primera vez desde el verano del 2011. Y todo ello, sin haber creado un solo empleo más de los que había en el país cuando cogió el timón. Es más, se han perdido más de cien mil puestos de trabajo (104.300), pese a que el acelerón de última hora ha dejado el número de ocupados de nuevo por encima de los 18 millones.

¿Y cómo se explica que haya menos gente sin empleo cuando se destruyen puestos en los que colocarse? Pues por el descenso de la población activa, esto es, de la gente en edad, condiciones y disposición de trabajar, que ha bajado de los 23,44 millones que había en el último trimestre del 2011, el último del anterior mandato, a los 22,9 que arrojó la encuesta de población activa del tercer trimestre de este año que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística. Un descenso de más de medio millón de potenciales trabajadores motivado no solo por la crisis demográfica, sino por el empeoramiento de las expectativas laborales (sobre todo en el tramo inicial del mandato, que coincidió con la segunda recesión), la emigración de los jóvenes o el retorno a sus países de miles de inmigrantes que se vieron expulsados del mercado de trabajo.

Aunque, en puridad, habría que esperar a la EPA del cuarto trimestre para hacer balance de la legislatura, que acaba en diciembre, la estadística no se conocerá hasta finales del mes de enero. Para entonces ya habrá pasado más de un mes desde los comicios y cualquier variación en la hoja de servicios -que por la experiencia de años anteriores, sería muy limitada, ya que es el tercer trimestre el mejor período para el empleo- ya no tendrá para el Gobierno ninguna utilidad política.

Un verano fértil

Munición electoral que sí ofrece la encuesta publicada ayer, que certifica un buen dato de creación de empleo entre julio y septiembre, período en el que el número de ocupados creció en 182.200 personas, el mejor dato de un tercer trimestre desde el 2006, cuando la economía española crecía a ladrillazos. Gracias a un verano dulce, la creación de empleo en los últimos doce meses asciende ya a 544.700 nuevos ocupados y está más cerca del objetivo de 650.000 que se fijó el Ejecutivo para este año. Más acusada es la caída del paro, que descendió en 298.200 personas el pasado trimestre, rebaja que llega a las 576.900 si se amplía el foco al último año. Con 4,85 millones de personas buscando sin éxito empleo, la tasa de paro queda ahora en el 21,18 %, frente al 22,56 % que había cuando Rajoy llegó al poder.

Si estos son los mensajes que el Gobierno utilizará durante la campaña, la EPA también le escribe el argumentario a la oposición, que se aferrará a la precarización del mercado laboral en esta legislatura. Y es que si en el tercer trimestre del año todo el empleo creado fue temporal (aumentan en 205.500 los asalariados con contrato eventual mientras caen en 18.900 los indefinidos), también en el conjunto de la legislatura la pérdida de empleo se ha cebado con los fijos. Hay 354.400 menos que en diciembre del 2011, mientras que los temporales solo aumentan en 152.800.

A esto hay que sumar que todos esos nuevos empleos eventuales son, además, a tiempo parcial. Y es que, en estos cuatro años, ha crecido en más de 297.800 el número de trabajadores por horas (en los casos más extremos, tan solo una a la semana), mientras que los que están a jornada -y nómina- completa son 402.100 menos que entonces.

Esta ha sido, también, la legislatura del autoempleo, vía por la que muchos parados consiguieron retornar al mercado laboral, como confirma el incremento, en 101.000 personas, de los trabajadores por cuenta propia, mientras que se han perdido 201.600 empleos asalariados.

Hay dos mil hogares menos con todos en desempleo, pero aún son 1,5 millones 

Lo que también muestra la EPA es que la crisis sigue castigando con dureza a 1.572.900 hogares españoles en los que ninguno de sus miembros en condiciones de trabajar tiene empleo. Son apenas dos mil menos que los que había al inicio de la actual legislatura, pero muchos menos que hace un año cuando, tras el verano del 2014, la EPA registraba casi 1,8 millones de familias con todos sus integrantes en desempleo.

Estos hogares más castigados por la crisis suponen en la actualidad el 11,76 % de los que hay en España.

La otra cara la ofrecen aquellas unidades familiares en las que todos sus integrantes están ocupados y que eran, al cierre del tercer trimestre, más de 9,46 millones. Son siete de cada diez hogares españoles (70,7 %) cuando, hace cuatro años, a finales del 2011, no llegaban al 68 %. Y es que en estos cuatro años se han incrementado en 620.000 las familias en las que todos trabajan.

Y crecieron también aquellas en las que no hay ningún activo, en su mayoría conformadas por jubilados. Hay más de cinco millones de hogares en España en los que ninguno de sus miembros trabaja ni tiene edad, o voluntad, de hacerlo, cuando en diciembre del 2011 eran menos de 4,4 millones, un aumento del 14 %.

El balance en Galicia: el mejor verano en la crisis no evita la pérdida de 41.000 ocupados

¿Y qué ha pasado en Galicia en estos cuatro años? Pues el balance es, en líneas generales, casi calcado al del conjunto del país. Ha bajado el paro, en 17.000 personas, pero tampoco se ha conseguido crear empleo. De hecho, hay actualmente 41.000 ocupados menos de los que había cuando Rajoy llegó a la Moncloa, pese al evidente cambio de tendencia en el mercado laboral experimentado en el último año y medio.

Solo entre julio y septiembre se crearon en la comunidad 29.100 puestos de trabajo, el mejor dato en un tercer trimestre desde el mismo período del 2006, con los que ya son 1.039.000 los gallegos ocupados. El paro ha caído incluso más, en 29.700 personas, lo que unido al retroceso de la población activa en otras 2.900, deja la tasa de desempleo en el 17,7 %, frente al 20 % que se registraba apenas tres meses antes.

Quizás la principal diferencia en la evolución del mercado laboral gallego en esta legislatura es que el autoempleo no ha tenido en la comunidad el tirón que sí registra en el conjunto del Estado. Hay en Galicia casi 16.000 trabajadores por cuenta propia menos que a finales del 2011 -y 4.500 menos que hace un año-, una pérdida que se suma a la de empleos asalariados, que caen en 25.600. Entre estos, el mayor tijeretazo se ha asestado entre los trabajadores del sector público, con 17.800 puestos menos dependientes de la Administración (un recorte del 8,8 %), frente a la pérdida de ocho mil en la empresa privada (1,2 % menos).

En cuanto a la calidad del empleo en la comunidad, la EPA muestra que el número de ocupados con contrato temporal ha subido en 20.000, mientras que los indefinidos caen en 45.500 desde el inicio del mandato.

¿Y cómo les ha ido a las familias? Sigue habiendo más de 73.000 con todos sus miembros en paro, aunque son 400 menos que en diciembre del 2011 -y casi quince mil menos que hace doce meses-, mientras que aquellas con todos ocupados suben un 1,4 %, hasta las 553.800.