Nueva Pescanova decide no cambiar la marca que lleva 55 años en el mercado

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M.MORALEJO

Mantendrá el logotipo y la presentación actual de los productos para evitar perder la confianza de los consumidores

28 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pescanova es una marca con 55 años de presencia en el mercado que ha demostrado ser capaz de aguantarlo todo. Cambiarla ahora sería un error, por eso los bancos que el próximo mes de noviembre tomarán las riendas de Nueva Pescanova han decidido apostar por un valor seguro.

La compañía resultante de todo el largo proceso de saneamiento y reestructuración será Nueva Pescanova, y ese será el nombre «legal» del grupo pesquero, que ya está constituido formalmente y en pleno proceso de ampliación de capital. Pero eso es de puertas hacia dentro.

De cara al consumidor, los nuevos gestores de la empresa quieren evitar cualquier cambio que pueda influir en una pérdida de confianza. «Pescanova es un marca fuerte, que ha salido indemne de todo este penoso episodio y ese valor no se puede poner en riesgo», sostienen fuentes de la empresa, que sí reconocen, sin embargo, la necesidad de actualizar y mejorar presentaciones.

«Hemos pasado dos largos años sin poder invertir en la imagen de nuestros productos, sin poder hacer I+D para ofrecer mejores y novedosas presentaciones en las que siempre hemos sido referencia, mientras la competencia ha seguido modernizándose, y ese es un reto inmediato», aseguran.

De momento, el objetivo inmediato es la campaña de Navidad, para la que todas las plantas del grupo se encuentran ya produciendo al máximo de su capacidad, según confirman fuentes sindicales.

En lo que va de ejercicio, las ventas van bien. La compañía facturó entre diciembre del 2014 y agosto del 2015 (su año fiscal termina en noviembre) 771 millones de euros, un 9,2 % más que el anterior.

Sin embargo, el resultado operativo antes de amortizaciones, provisiones y otros resultados (ebitda) cayó un 31 % hasta los 37,2 millones. La compañía lo atribuyó a la evolución del tipo de cambio (euro frente al dólar), y a la fuerte reducción en los mercados internacionales del precio en origen de algunas especies, fundamentalmente del langostino vannamei, que cultiva en Ecuador y Nicaragua.

Tres millones para Damm

Hay un tercer motivo que lastra los resultados hasta el mes de agosto y es el pago de 3 millones de euros al grupo cervecero Damm y al fondo de inversión Luxempart (ambos accionistas de la vieja Pescanova), como compensación por su retirada de la pugna que mantenían con los bancos por liderar el rescate de la compañía.

Esta cantidad, validada por la administración concursal de Pescanova, sufraga los gastos que supuso para Damm y Luxempart el encargo de análisis legales, fiscales y comerciales para la redacción de una propuesta de convenio de la que fueron expulsados.

Fondos extranjeros cambian deuda por acciones del grupo

La ampliación de capital que dará paso a la creación de Nueva Pescanova todavía no se ha cerrado y aún podría alargarse toda esta semana. Fuentes de Pescanova explicaron que el tramo destinado a las entidades aseguradoras de la línea de crédito contemplada en el plan de viabilidad de Pescanova y sus filiales ha abierto una tercera ronda.

Según estas fuentes, ayer comenzó el desembolso de los que suscribieron la segunda fase (acaba mañana, jueves). Entre los días 2 y 7 se abrirá la suscripción y pago de la tercera vuelta.

Fuentes del proceso han confirmado que entre los suscriptores de capital figuran ya varios fondos de inversión tenedores de deuda de la vieja compañía, como es el caso del británico SVP Global. También podrían sumarse las firmas Bluecrest, Centerbridge y Knight Head, que estarían detrás de un algún hedge fund que sí es acreedor.

Nueva Pescanova nacerá con un capital de 12,2 millones.

El objetivo es que Nueva Pescanova nazca antes de finales de noviembre aunque, teniendo en cuenta la buena marcha del proceso, las fechas podrían adelantarse a mediados de ese mes.