Volkswagen revela irregularidades en emisiones de CO2 de 800.000 vehículos

Mercedes Mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PAUL J. RICHARDS | AFP

La compañía reconoce un «riesgo económico» de 2.000 millones asociado a las posibles nuevas irregularidades

04 nov 2015 . Actualizado a las 00:11 h.

Lo de Volkswagen parece el cuento de nunca acabar. Cuando parecía que las aguas del escándalo empezaban a bajar algo menos bravas, una nueva embestida sacudió ayer los cimientos del gigante alemán del automóvil. A saber: la compañía admite ahora que por las carreteras del mundo adelante andan circulando otros 800.000 coches trucados. Por si los 11 millones -8,5 millones de ellos en Europa- anunciados en la primera tanda no fueran ya suficientes. Y además, esta vez lo que pretendían burlar quienes los manipularon no era otra cosa que los controles de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Hasta ahora, lo que sabíamos era que los automóviles que habían sido trucados por la compañía mentían en las mediciones de óxido nítrico. La cosa cambia bastante. Y eso porque, entre otras cosas, en España, y en el caso de que esos coches se hubiesen comercializado aquí, la compañía tendría que devolver el importe de las ayudas recibidas del plan PIVE para vehículos eficientes. Ni unas ni otras se miden en la ITV, donde las protagonistas son las emisiones de monóxido de carbono. Como en la primera andanada del escándalo, el fabricante alemán asegura no tener más detalles que ofrecer sobre la magnitud y el alcance de esta nueva manipulación, que afirma haber descubierto a raíz de la investigación interna abierta tras conocerse el fraude. De momento, nada se sabe de las marcas o los modelos afectados. Solo que el grueso llevan motores ensamblados motores diésel, lo que lleva a penar que también los hay de gasolina.

Un colchón insuficiente

Lo que sí ha hecho Volkswagen es ponerle cifra a este nuevo roto en su prestigio y en sus cuentas. Al primer golpe de vista, le va a costar otros 2.000 millones de euros. Ya ha provisionado 9.700. A todas luces insuficientes para lo que se les viene encima. La multinacional se ha apresurado a aclarar que se pondrá en contacto «de manera inmediata» con las autoridades responsables de las homologaciones para trasladarles toda la información que ha recabado. Así, de paso, podrán realizar una estimación más ajustada y fiable de las «consecuencias jurídicas y económicas de unos hechos que no están totalmente aclarados».

Con la que está cayendo, el presidente, Matthias Müller, recordó ayer que cuando llegó al sillón que ahora ocupa, con la tormenta ya en pleno apogeo, se comprometió a aclarar lo sucedido «completamente y sin miramientos» y aseguró que no se detendrá «ante nada y ante nadie». «Es un proceso doloroso, pero no tenemos alternativa», zanjó.