La economía gallega poscrisis rompe moldes para crecer en sectores nuevos y punteros

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Pilar Canicoba

Se gesta un potente vivero de empresas punteras en biotecnología, aeroespacial o nuevas energías

07 ene 2016 . Actualizado a las 08:48 h.

Galicia ha entrado en la era poscrisis. El PIB del 2015 será, cuando se conozca el dato que apunta a un incremento del 2,2 % anual, el mejor desde finales del 2007.

Los analistas coinciden en que se está produciendo una aceleración en el crecimiento de la economía gallega. Porque todos los sectores registran tasas positivas de crecimiento, comenzando por la industria, que logra un incremento interanual del 2,8?%. También ha experimentado una importante mejora el sector primario y la construcción, que avanza un 5 %. Pero lo más prometedor de la economía gallega se está cociendo en nuevos y punteros sectores de actividad, en los que ya se están empezando a ver resultados.

Biotecnología

Tras la estela de Zeltia. Los genes de la constancia y la innovación del grupo de origen vigués Zeltia, inventor de Yondelis -el medicamento extraído de algas que factura 100 millones en Europa y que a partir de este año se venderá en EE. UU. y Japón-, están latentes en casi 200 empresas y microempresas, la mayoría muy jóvenes y nacidas bajo el paraguas protector de las universidades o las fundaciones hospitalarias (spin-off) gallegas. Con algunas firmas consolidadas al frente como AMS Lab (de Lugo), Galchimia (Santiago) CZ Veterinaria, Biofabri, o la ya multinacional Lonza Biologics (las tres últimas, de O Porriño, nacidas en las instalaciones en las que se creó Zeltia), el negocio bio superó los 235 millones de facturación en el 2014 y emplea a más de 6.000 personas. Galicia es la quinta comunidad con más empresas (un 6,78 %) que usan biotecnología, según un estudio del Instituto Nacional de Estadística sobre innovación. Es además la sexta en número de empresas, con un 5 % del total nacional.

Aplicaciones móviles

En la élite de las «start-up». Una nueva generación de empresarios está prendiendo con fuerza en Galicia. Son los niños prodigio de eso que se viene llamado nuevas tecnologías desde hace ya un par de décadas. Startup Explore, la auditora digital de referencia en el sector, sitúa a Galicia entre las seis primeras comunidades españolas por número de start-up o, lo que es lo mismo, pymes emergentes de base tecnológica y de rápido crecimiento. Según este registro, en España hay 1.700 firmas que responden a este prototipo de empresa de ámbito global (casi todas nacen internacionalizadas) y 55 de ellas tienen sello gallego. Destaca La Nevera Roja (portal de comida a domicilio); Possible INC, la start-up creada por Iago Ocarranza y Pablo Gajino para desarrollar y vender; Garagapp, una app que facilita abrir la puerta del garaje desde el teléfono móvil; o Stukers, una plataforma que permite a los usuarios buscar compañeros de piso compatibles. Otras como Parkapp, que habilita a los usuarios pagar el párking desde el móvil; o Situm Technologies, con su sistema de localización y navegación en interiores para smartphones están ya en los principales ránkings medidores del talento emprendedor.

La conquista del espacio

Un negocio por explorar. El éxito de los tres picosatélites lanzados por ingenieros de la Universidad de Vigo; varios proyectos de colaboración con la Agencia Espacial Europea, las primeras spin-off surgidas de esta incipiente carrera espacial y un centro tecnológico propio han prendido ya la mecha al arranque de un nuevo y puntero sector en la comunidad gallega. Las cifras de negocio son prometedoras. Solo en España, las 20 empresas existentes facturan 740 millones.

La aeronáutica despega

Aviación civil y no tripulada. El sector se enfrenta a su gran oportunidad. Acaba de cerrar el 2015, el año de su impulso definitivo, con más de 130 millones de inversión para proveer a los 4 mayores constructores (Airbus, Boeing, Embraer y Bombardier), e impulsar el desarrollo de tecnología propia aeroespacial. Además de la iniciativa privada, liderada por Coasa, Delta Vigo, Udega y el propio Consorcio Aeronáutico Gallego, la parte pública también se ha volcado en impulsar el sector. La mejor muestra es la apuesta que el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, organismo dependiente del Ministerio de Defensa, ha hecho por la comunidad, al fijar en Lugo la base del Centro de Investigación Aerotransportada de Rozas, en un proyecto al que optan gigantes de todo el mundo.

Energía del mar

El naval se reinventa. Galicia cuenta con los mejores recursos naturales de toda España para explotar energía de las olas y del viento en alta mar. Pero además, tiene la capacidad tecnológica e industrial para construir la infraestructura necesaria para generar electricidad en el mar. Ese es el de Galician Offshore Energy Group (GOE), consorcio formado por 36 empresas del naval, entre astilleros e industria auxiliar. Uno de los proyectos más prometedores en carga de trabajo es el de Magallanes Renovables, que construye un prototipo capaz de generar energía de las mareas. También los astilleros gallegos Navantia han entrado en ello.

La economía gallega crece y lo hará más si cuajan todos los nuevos sectores en marcha

Del coche sin conductor y cien por cien eléctrico a la reinvención del textil

Hay nuevas oportunidades de negocio en sectores de nueva creación. Pero también en la industria asentada en Galicia, que apuesta por la innovación.

Destaca el caso de la automoción, que en el 2015 ha convertido a Galicia en el escenario de un hito histórico: ser el punto de salida del primer vehículo que recorre tramos abiertos de autopista y autovía de forma autónoma. Es una de las mayores apuestas de futuro de PSA Peugeot Citroën, que está directamente vinculada a Galicia, no solo porque en Vigo se ubica su mayor centro de producción de coches de Europa, sino por la alianza con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia, en donde se desarrollan buena parte de los equipamientos de radares y sensores que lleva incorporado este vehículo.

La ingeniería gallega viaja en el coche sin conductor de PSA y de otros fabricantes (en proyectos confidenciales); y también impulsa el desarrollo de nuevas formas de propulsión alternativas al gasoil y la gasolina. Galicia también está inmersa de lleno en la carrera por lanzar al mercado los vehículos cien por cien eléctricos con mayor autonomía. De hecho, PSA Vigo es la única planta de España que fabrica dos modelos eléctricos (las furgonetas Berlingo y Partner).

Otro de los sectores tradicionales de la industria gallega que está en pleno proceso de reinvención es el textil. Se está produciendo una doble apuesta: por un lado, la relocalización de la producción, que ha hecho volver de Asia a los principales fabricantes, para centrar su actividad en Galicia y el norte de Portugal.

Este cambio de tendencia va ligado a una mayor apuesta tecnológica, que era la gran asignatura pendiente del sector (a excepción del gigante Inditex).

Las principales firmas del textil gallego redoblan esfuerzos para lanzar sus productos a través del e-commerce, una fórmula de venta que está subiendo de manera exponencial en toda España y que permite además facilitar la internacionalización de las empresas. Pili Carrera y Bimba & Lola son dos de los casos de mayor éxito.