La operadora registra una subida de ingresos del 5 %, hasta los 246 millones, y un beneficio de 13, tras restar otro tanto por la fusión
08 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El mensaje era el mismo que los directivos de Euskaltel llevan lanzando desde que el pasado mes de julio la operadora llegara a un acuerdo para absorber R, que se consumó en diciembre. La operación no implicará la pérdida del carácter local de la compañía gallega, ni en términos de cuadros y personal, ni en la relación con sus clientes y proveedores. Pero, para reforzar la idea, a la rueda de prensa convocada el jueves en A Coruña acudió toda la plana mayor del nuevo grupo resultante de la fusión, encabezada por el presidente, Alberto García Erauzkin, y el consejero delegado, Fernando Ojeda.
«Ha sido un muy buen año: R ha crecido en ingresos, clientes, resultados y en inversión y también en compromiso en Galicia», destacó Ojeda, que reconoció que la integración les ha servido para captar conocimiento de la firma gallega en aquellos campos en los que le llevaba una cabeza de ventaja, como el de innovación, y también para enriquecer sus cuadros directivos con tres nombramientos. Antonio Rodríguez del Corral, hasta ahora gerente de desarrollo de R, ha sido designado director de innovación y desarrollo de todo el grupo fusionado. También adquiere más responsabilidades Manuel Doval, director tecnológico de R, que asume la dirección de sistemas de la corporación, con el encargo de pilotar el delicado proceso de integración. Por último, Juan Manuel Sánchez Padrós, secretario general de la operadora gallega, es ahora el nuevo responsable legal del grupo Euskaltel.
Movimientos en la cúpulas, pero no en las bases. Los directivos de R y Euskaltel volvieron a negar el jueves que la fusión de ambas compañías se vaya a traducir en un ajuste de la plantilla gallega. El más rotundo, el nuevo director de la operadora gallega, Manuel Salaverría: «No habrá movimientos laborales. Se va a mantener el número de puestos de trabajo».
Y es que los números invitan al optimismo. En términos de ingresos, tras dos años consecutivos a la baja, la facturación de R repuntó el año pasado un 5 %, hasta los 246,4 millones de euros, mientras que el ebitda de la compañía (el beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones) creció casi el doble, un 9 %, hasta los 108,6 millones. Los nuevos directivos de la operadora revelaron también el beneficio neto del ejercicio -dato que anteriormente no se facilitaba-: sin tener en cuenta el impacto de la fusión, R habría ganado 26,5 millones de euros, frente a los 17 del ejercicio anterior. Descontado los costes de la integración para la gallega, que Salaverría cifró en cerca de 13 millones de euros, el resultado del ejercicio se redujo a la mitad.
Más clientes
El director de la operadora atribuyó la buena salud financiera al incremento de la cartera de clientes, de un 2,2 % en el negocio residencial (hasta los 297.000) y de más del 11 % en líneas de móvil (cerca de 397.000). Creció también con fuerza la rama de empresas, que aporta ya más de un tercio (35 %) de los ingresos, la cifra más alta en un operador de cable.
A la llegada de nuevos usuarios hay que sumar el impacto de las subidas de precios practicadas el año pasado en los productos para el hogar y en telefonía móvil, que también habrán impactado, al alza, en la facturación. El jueves ya advirtieron los responsables de R que, frente a lo sucedido durante la crisis, cuando el sector competía reduciendo sus tarifas, las rebajas son ahora, y lo serán en el futuro, relativas. Esto es, que los incrementos de los precios vienen acompañados de una mejora de los servicios ofrecidos (como el volumen de datos o los minutos de llamadas incluidas), por lo que el coste unitario de estos para el cliente se abarata.
Con una inversión próxima a los 56 millones el año pasado, la compañía destacó que el esfuerzo continuará este año, en el que se introducirá a partir del verano el servicio 4G, que conllevará el despliegue de una red propia de antena para asegurar en las zonas más críticas (como las grandes ciudades) el servicio que le ofrecerá su nuevo proveedor, Orange, al que se migrarán progresivamente los usuarios desde la red actual, Vodafone.
También se reforzarán servicios como wificlientes, con nuevos puntos de acceso de alta capacidad en lugares de gran concentración de población, Rebobina o el nuevo TV Comigo. La compañía, que presumió de su efecto tractor en el sector TIC gallego, al que realiza pedidos por valor de diez millones anuales y con el que se comprometió a seguir contando en el futuro, también anunció que trabaja en un ambicioso proyecto ligado al Internet de las cosas que permitirá gestionar el hogar desde el móvil.