La OIT señala a España como el segundo país de la Unión Europea con más precariedad laboral, tras Polonia

L. P. / D. V. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Las personas con un contrato temporal ganan hasta un 30 % menos que los indefinidos en un puesto similar, una brecha que en España asciende a 775 euros brutos al mes

15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La precariedad laboral avanza en todo el mundo a través de lo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) denomina «empleos atípicos». Es decir, contratos temporales, a tiempo parcial involuntarios -para trabajadores que desearían jornadas completas-, subcontratados o autónomos dependientes (obtienen más del 75 % de sus ingresos de un solo proveedor). Formas de empleo que se caracterizan por una peor calidad y menores ingresos. En ese mundo cada vez más precario, España ocupa un lugar destacado, al ser el segundo país de Europa con una tasa de temporalidad más alta (25 %), solo superado por Polonia y duplicando la media de los 150 países analizados.

El informe El empleo atípico en el mundo: retos y perspectivas publicado ayer alerta de que las personas con un contrato temporal ganan hasta un 30 % menos que los indefinidos en un puesto similar, una brecha que en España asciende a 775 euros brutos al mes. En este sentido, el estudio destaca que en España existe una «fuerte cultura empresarial» de uso del contrato temporal, y lamenta que, a pesar de las reformas que se han hecho para poder restringirlo, «la desregulación existente durante años provoca reticencias de los empresarios al contrato indefinido».

El estudio critica las dos últimas reformas laborales españolas: la socialista (2010) y la del PP (2012). En ambos casos, el objetivo era reducir «los costes del despido en los contratos de duración indefinida», pero su alcance «ha sido limitado en su capacidad de alterar las actitudes hacia la reorganización del trabajo a nivel de empresa». Es decir, que la dualidad del mercado laboral se mantiene hasta el punto de que nueve de cada diez contratos que se firman en España son temporales.

El documento reconoce que estos empleos atípicos dotan de más flexibilidad a las relaciones laborales, pero pueden ser contraproducentes sí se convierten en norma: «En los países donde el empleo atípico está muy extendido, hay un mayor riesgo de que los trabajadores pierdan el empleo e incluso las tasas de accidentes laborales son más altas», señalan los autores.