Adiós al Banco Pastor

ECONOMÍA

CÉSAR QUIAN

El Banco Santander operará como una sola marca en toda España. En Galicia será el segundo mayor banco, muy cerca de Abanca, y sumará 20.000 millones de balance de golpe

07 jun 2017 . Actualizado a las 14:23 h.

El Banco Santander operará como una sola marca en toda España. En Galicia será el segundo mayor banco, muy cerca de Abanca, y sumará 20.000 millones de balance de golpe.

La simbólica compra por un euro del Popular tiene un impacto muy fuerte en Galicia, donde el Pastor, la filial gallega de la entidad madrileña, es la segunda entidad por clientes, cuota de depósitos y créditos, y empleados. Con la compra, Ana Patricia Botín convierte su franquicia en el mayor banco en España (hasta ahora lo era CaixaBank) y el segundo en Galicia, una comunidad con fuerte ahorro y poca morosidad. Será la segunda mayor institución en Galicia con más del 30% del negocio y cerca ya de Abanca, que sigue al frente del podio.

El Popular será el Santander en Galicia. Según ha comunicado al mercado, operará con su marca en toda España. Adiós al Banco Pastor, una entidad centenaria que desaparecerá del mercado con esta operación exprés. Sus 680.000 clientes gallegos los asume el Santander, con sus créditos y depósitos, un negocio de más de 20.000 millones de euros. Pueden estar tranquilos.

La compra supondrá inevitablemente el cierre de oficinas por duplicidades. Hay coincidencias en un centenar largo de concellos, según las cuentas hechas por La Voz y desveladas hace más de tres semanas, cuando parecía inevitable que un grande se quedara con el Popular-Pastor. El Gobierno azuzó el mercado proponiendo a la pública Bankia, y ha logrado su objetivo: que se lo quede una entidad privada.

Gana Ana Patricia Botín en su primera operación en España tras asumir la presidencia a la muerte de su padre. Ganan los ahorradores, y las empresas clientes, que verán como su dinero pasa a una entidad sistémica y clave para el negocio bancario europeo. Pierden los miles de accionistas del Popular, que se quedarán sin su participación. Perderán muchos empleados porque la compra supondrá despidos. Y perderá la competencia porque cada vez quedan menos actores en el mercado bancario. Y menos que seguirán quedando.