Las pensiones mínimas y no contributivas y el ingreso mínimo vital subirán un 3 %

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

W. Eckert

El gasto en desempleo caerá más de un 10 % por la mejoría del mercado laboral y la salida de los ERTE

07 oct 2021 . Actualizado a las 19:36 h.

Las pensiones mínimas y no contributivas volverán a subir por encima de la inflación el año que viene. Los Presupuestos recogen una revalorización del 3 % para estas prestaciones a partir de enero, casi el doble del incremento de este año, cuando se elevaron un 1,8 %.

De esta forma, la pensión de jubilación más baja (la de los mayores de 65 años con cónyuge no a cargo) pasará de los 654,6 euros actuales a 674,23, lo que se traduce en un incremento de casi 20 euros en cada una de las catorce pagas.

En el caso de las pensiones no contributivas, el importe se incrementaría de los 402,8 euros a 414,88, también con doce mensualidades ordinarias y dos pagas extras. De esta forma, la cuantía anual de la prestación ascenderá el año que viene a 5.808,38 euros, casi 170 más que en este ejercicio.

Ese 3 % es también el porcentaje de subida que se aplicará al ingreso mínimo vital, cuya cuantía va ligada a la de la pensión no contributiva (esa es la renta garantizada para un beneficiario individual), aunque en este caso se cobra en doce mensualidades y no en 14, por lo que a partir del año que viene una persona que viva sola tendrá garantizado un ingreso mínimo de 484 euros al mes.

Despejada la incógnita de la subida salarial a los funcionarios, cuyos sueldos se elevarán un 2 %, y el incremento de las pensiones mínimas, solo falta por desvelar cuánto subirán las pensiones contributivas. Pero el Gobierno ya ha advertido a jubilados y viudas que tendrán que esperar todavía unas semanas para conocer la cifra exacta, que no está incluida en los Presupuestos. Y es que la ministra de Hacienda anunció ayer que, aunque la reforma de las pensiones aún está en trámite parlamentario, el Ejecutivo ya aplicará este año la disposición que liga la revalorización de estas prestaciones a la inflación, de forma que se actualizarán conforme al IPC medio acumulado hasta noviembre. Un indicador que hasta septiembre marcaba un alza del 2,2 %, aunque la cifra todavía puede variar alguna décima en función de cómo evolucionen los precios de la energía.

Lo que sí se refleja en el proyecto de cuentas públicas para el año que viene es que la partida global para el pago de pensiones ascenderá el año que viene otro 4,8 %, y alcanzará los 171.165 millones de euros, absorbiendo ya casi cuatro de cada diez euros del Presupuesto del Estado.

El incremento del gasto en pensiones contrasta con el descenso en el capítulo de prestaciones por desempleo, uno de los pocos epígrafes de las cuentas públicas que lleva signo negativo.

En concreto, la previsión del Gobierno es que las nóminas de los parados consuman el año que viene 22.457 millones de euros, un 10,2 % menos que en este ejercicio, por la mejoría del empleo en los últimos meses y la reducción del número de personas afectadas por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).