Las claves del hundimiento de Grifols

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

SUSANA VERA | REUTERS

La empresa se desmploma un 26% en bolsa y pierde casi 1.600 millones de euros por las acusaciones de «fraude» contable vertidas por Gotham City Research

09 ene 2024 . Actualizado a las 19:57 h.

La sangría de Grifols en bolsa continúa. La empresa española, que afronta acusaciones de «fraude contable», se ha hundido este martes en el parqué un 26%, arrastrando consigo al Ibex 35, que cedió un 1,46%. ¿Qué ha pasado? Estas son las claves para entender el mayor descalabro bursátil de los últimos tiempos en España. 

¿Qué tipo de empresa es Grifols?

Grifols es una multinacional española con actividad en el sector hospitalario y farmacéutico. Su actividad abarca desde la investigación al desarrollo, fabricación y venta de productos para la salud como sueros y derivados de plasma o material de diagnóstico. 

Su origen se remonta al año 1940, cuando el médico hematólogo Josep Antoni Grífols i Roig fundó en Barcelona Laboratorios Grífols. Tras su expansión inicial, en la década de los 80 la empresa se reestructura para preparar el salto internacional, que llega en los 90, con la apertura de filiales en Estados Unidos, Chile o México. 

En los 2000, la compañía expande su negocio con la compra de rivales, convirtiéndose en el segundo proveedor mundial de plasma. 

El 17 de mayo del 2006 se estrenó en la Bolsa española. El 2 de enero del 2008 aterriza en el Ibex 35 y el salto al Nasdaq estadounidense se produce el 1 de junio del 2011. 

En el 2013, Grifols cerró una de las mayores operaciones de inversión de su historia al comprar la división de diagnóstico de Novartis por 1.224 millones de euros. 

Un año más tarde, la multinacional se anota los beneficios más abultados de su historia (450 millones de euros). 

El valor bursátil de la compañía ha ido en ascenso desde entonces, alcanzando su máximo el 21 de febrero del 2020, en plena pandemia, cuando cada una de sus acciones cotizaba en los 34,19 euros. Desde entonces, la empresa ha ido cediendo terreno y acumula una pérdida de valor del 57,44% en los últimos cinco años. 

La última gran operación en la que se embarcó la compañía presidida por Thomas Glanzmann fue la opa sobre su rival alemana Biotest en septiembre del 2021. La compañía española tuvo que desembolsar 1.453 millones de euros aumentando de forma considerable su deuda y obligando a la dirección a suspender dividendos y aplazar nuevas adquisiciones. 

En marzo del 2023, Grifols anunció un plan de reestructuración -lastrada por su deuda y los malos resultados de los últimos años-, que incluyó el despido de 2.300 empleados de su plantilla global, que asciende a unos 24.000. 

Según los últimos resultados presentados ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Grifols registró un 7,5% más de ventas en los nueve primeros meses del 2023, hasta los 4.822 millones de euros. Y, lo más controvertido: anotó un EBITDA de 1.032 millones de euros, un 15% más. El EBITDA es el beneficio que obtuvo la compañía antes de tener que pagar intereses de la deuda, impuestos y amortizaciones de inversiones previas. Y es esta cifra la que cuestiona Gotham City Research

¿Por qué se ha hundido en bolsa? 

Las acciones de Grifols llegaron a hundirse este martes en el Ibex 35 más de un 30%. En solo una jornada se han volatilizado casi 1.600 millones de euros de capitalización bursátil. La acción de la compañía arrancó la sesión en los 8,2 euros tras cerrar la víspera en los 14,24 euros. Y, a pesar de que algunos inversores aprovecharon la estampida en el mercado para comprar barato, los títulos de la farmacéutica despidieron el día en los 10,55 euros. El valor de la empresa ronda ahora los 4.500 millones de euros.

La culpa la tiene un informe de Gotham City Research en el que acusan a la multinacional española de falsear sus cuentas consolidadas

El documento señala varias irregularidades. La primera de ellas es que Grifols habría consolidado presuntamente sus cuentas con las de Haema y BPC Plasma desde el 2018, «a pesar de poseer el 0% de cada una de ellas». Su inclusión habría elevado sus ganancias un 40%. De forma paralela, Scranton Enterprise (sociedad vehicular del grupo que tiene derechos de voto sobre Grifols) también consolidó sus cuentas con ambas compañías, más que duplicando sus ganancias sobre el papel. Una maniobra irregular. 

Además, «Grifols manipuló la deuda y el EBITDA para reducir de forma artificial su apalancamiento», denuncian. Mientras la empresa registró un endeudamiento seis veces superior a sus recursos propios, Gotham defiende que su endeudamiento podría ser entre diez y trece veces superior, lo que elevaría sustancialmente el coste de su financiación y reduciría el valor real de la compañía y sus acciones. 

Gracias a estas artimañas contables, la empresa habría conseguido maquillar las cuentas y esconder el verdadero estado de salud de la compañía, cuyas acciones, estima Gotham City Research, valen «cero».

¿Son ciertas estas acusaciones? 

Grifols ha emitido un comunicado este martes en el que rechaza «categóricamente» las acusaciones, que tacha de «informaciones falsas y especulaciones». «Los estados financieros consolidados de Grifols y los controles internos sobre la información financiera son robustos», han declarado. 

Por el momento, la empresa auditora responsable de avalar sus cuentas, KPMG, no se ha pronunciado sobre las acusaciones y tampoco lo ha hecho el regulador del mercado, a pesar de que su capitalización bursátil supera la de compañías como Meliá, Sacyr o Indra. El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha asegurado que el organismo «va a ejercer sus competencias para aclarar la situación».

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha pedido «prudencia» ante el terremoto que ha desatado Grifols. «Yo creo que aquí, prudencia, a la espera también de lo que nos pueda decir en este caso la Comisión Nacional de Mercado de los Valores (CNMV) para tener una visión más clara», ha afirmado. 

Un hecho controvertido que pone en duda la intención real de Gotham es que la acción de Grifols arrancó la jornada en el umbral de los ocho euros y, a pesar de la estampida de inversores malvendiendo sus títulos, estas se han ido recuperando a lo largo del día hasta los 11,25 euros del mediodía, cuando empezaron de nuevo a desinflarse hasta despedir la sesión en los 10,55 euros. Eso significa que otros inversores han aprovechado el momento para comprar barato. Algún analista de mercado apunta la posibilidad de que la propia cúpula de Grifols haya sacado tajada. Eso explicaría la tardanza de la compañía en salir a desmentir la información. 

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¿Qué es Gotham City Research? 

Se trata de un fondo de inversión estadounidense cuya reputación se ha labrado en torno a las exhaustivas investigaciones que ha hecho sobre empresas cotizadas. En muchos casos, ha aprovechado las acusaciones de fraude, como en el caso de Grifols, para apostar en contra de las compañías y obtener con ello beneficios.  

Eso no significa que sus acusaciones sean infundadas, como demostró la quiebra de Gowex en el 2014. Gotham City Research acusó a la compañía de redes wifi nacida en 1999 de falsear las cuentas durante cuatro años y advirtió de que «alrededor del 90% de los ingresos anotados no existen». El presidente de la empresa, Jenaro García, acabó admitiendo el engaño y dimitió el 6 de julio del 2014, precipitando el concurso de acreedores.