Grifols reduce un 72 % su beneficio y se hunde en bolsa tras presentar unas cuentas sin auditar

C. Alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

ALBERT GEA | REUTERS

La compañía acumula aún una deuda financiera neta de más de 9.400 millones y no despeja las dudas señaladas por Gotham City

29 feb 2024 . Actualizado a las 18:15 h.

El fabricante de hemoderivados Grifols no logra despejar las dudas en torno a las acusaciones de Gotham City sobre su política contable. La compañía acaba de rendir cuentas al mercado con un beneficio de 59 millones de euros en el 2023, un 72 % menos que los 208 millones del año anterior debido, según asegura la empresa, a los costes de reestructuración sin los que su beneficio alcanzaría los 206 millones de euros.

La documentación remitida al supervisor no cuenta aún con el visto bueno del auditor, en este caso KPMG. Ni tampoco con la firma de uno de los consejeros, Jamaes Costos, antiguo embajador de EE.UU. en España, que estuvo ausente del consejo «por motivos personales» aunque según la empresa, no manifestó oposición a las cifras.

Fuentes de la CNMV confirman que el hecho de que las cuentas estén sin auditar no rompe la legalidad del mercado, pues el plazo para remitir los resultados anuales auditados se extiende hasta finales de abril. De hecho, Grifols aclara que ha recibido «confirmación por escrito de KPMG de que espera completar sus procedimientos internos y emitir su opinión de auditoría antes del 8 de marzo del 2024, adelantándose a la fecha límite de la legislación española vigente».

Pese a ello, este hecho no contribuye a calmar a los inversores inmersos en un auténtico caos bursátil desde el 9 de enero, cuando Gotham acusó a la empresa de maquillar cuentas para ocultar deuda. De hecho, la cotización de Grifols se hundió este jueves casi un 35 % hasta los 7,58 euros por acción (frente a los 11,66 del día anterior), a pesar de que sus cuentas sí dejan otros aspectos positivos como una mejora en ingresos del 11 %, hasta los 6.592 millones.

Deuda y relación con Scranton

El mercado estaba especialmente atento a los datos de evolución de la deuda de la compañía, una ratio clave tras la polémica con Gotham. «El desapalancamiento sigue siendo una prioridad»; indica la empresa. En concreto, y según los resultados remitidos a la CNMV, se redujo a 6,3 veces en el 2023. La compañía insiste en que los ingresos procedentes de la venta del 20 % de Shanghai RAAS al Grupo Haier se destinarán íntegramente a amortizar deuda. Teniendo en cuenta esta transacción, la ratio de apalancamiento proforma se situaría en 5,4 veces, aún lejos del objetivo —que también exigen los bancos— del entorno de las 4 veces.

«Grifols espera hacer frente a sus vencimientos del 2025 en el primer semestre del 2024 y tratará de hacerlo de manera eficiente. Para ello, la compañía tendrá en cuenta tanto los fondos procedentes de la venta prevista como las diversas opciones de que dispone, incluida la refinanciación de estos vencimientos sin dejar de ser consistentes con los objetivos de desapalancamiento», indican en el comunicado.

En este sentido, está previsto que la alianza estratégica con el Grupo Haier se cierre en la primera mitad de 2024, permitiendo impulsar sinergias y capitalizar el potencial de China, un mercado de alto crecimiento en los sectores del plasma y el diagnóstico. Además, esta alianza prolonga el acuerdo de distribución exclusiva de albúmina con SRAAS durante los próximos diez años, extensible hasta 20 años.

En total, la deuda financiera neta se eleva a 9.420 millones de euros. La posición de liquidez de la empresa es de unos 1.141 millones más 526 millones de tesorería. «Lo más importante es que la compañía consiguió generar un flujo de caja libre positivo en el último trimestre del año. Sin embargo, acumula dos años consecutivos en negativo, por lo que no le vale con anotarse un buen trimestre», indican los analistas de XTB. «Esta cifra era fundamental para acallar algunas dudas sobre la solvencia de la empresa, pero se seguirá poniendo el foco en ella en los próximos trimestres», añaden.

Por su parte, desde el departamento de análisis de Bankinter, insisten en apuntar a la relación de la compañía con Scranton, uno de sus principales accionistas. Gotham acusó a Grifols de consolidar en resultados dos filiales (Haema y BPC PLasma) vendidas a Scranton, al tiempo que esta firma también las consolida al cien por cien en sus cuentas.

Grifols defendió entonces que esta práctica contable es completamente legal, al tener una opción de derecho a compra de las dos filiales que, según indica Pedro Echeguren, analista de la firma, suponen ahora el 67% del beneficio consolidado, «una cifra elevada y que no encontramos en otra empresa del sector». «En nuestra opinión, los resultados son secundarios hasta que a través de la información solicitada por la CNMV se aclaren las estructura corporativa y los intereses cruzados con las partes vinculadas», añade.