«Pensé no ir en Navidad, pero puede ser la última vez que vea a mi abuela»

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

prueba del coronavirus en el aeropuerto de Los Angeles, en Estados Unidos
prueba del coronavirus en el aeropuerto de Los Angeles, en Estados Unidos LUCY NICHOLSON

Erasmus gallegos barajan volar hasta Oporto para evitar el gasto de la PCR

27 nov 2020 . Actualizado a las 10:16 h.

En torno a 120 euros el billete y otro tanto la PCR. Y lo mismo en el vuelo de vuelta. A los estudiantes gallegos que cursan un Erasmus en el extranjero se les puede ir buena parte de la beca en el viaje de regreso a casa por Navidad. La noticia de que tienen que presentar una PCR negativa por covid-19 para poder volar a España, que entró en vigor el pasado día 23, los cogió por sorpresa y, a la mayoría de ellos, con el billete comprado. «Los vuelos en diciembre están por las nubes o no los hay», subraya Alejandro Torres, un estudiante de Farmacia de la USC que este año está en la capital de Eslovenia. Y por eso los compran con antelación. «Sabiendo lo de la PCR, me hubiese quedado en Liubliana, ya que si echamos cuentas, nos sale entre 400 y 500 euros la ida y la vuelta, lo que supone una gran parte de la beca».

Cuando en el mes de febrero se extendió la pandemia, la mayoría de los estudiantes gallegos que cursaban un Erasmus fuera regresaron a casa, y este curso fueron muchos también los que renunciaron a la beca. Aun así, unos setecientos alumnos de las universidades gallegas retaron al virus y se atrevieron a hacer las maletas. Eslovenia es uno de los países que este año acogió a muchos de ellos. En los chats que comparten, y en los que participan también estudiantes que eligieron destino en Italia o en Bulgaria, hablan de la situación en la que se encuentran estos días y de la decisión que cada uno piensa adoptar ante este contratiempo inesperado.

Estudiantes españoles en Eslovenia
Estudiantes españoles en Eslovenia

Clara Grech vive con sus padres en Santiago, pero la Navidad la suele pasar con la familia en Madrid. En cuanto se enteró de que el Gobierno exigía una PCR negativa para entrar en España por mar o por aire, pensó en quedarse en Eslovenia, «pero puede ser la última vez que vea a mi abuela, que está en Madrid y tiene 90 años». Le queda otra opción, la que se están planteando los que todavía no compraron el billete, y es volar a Oporto —Portugal no exige la PCR— y seguir por carretera hasta Galicia, ya que en las fronteras terrestres tampoco se pide la prueba.

Un gasto inesperado

Los estudiantes gallegos están enfadados. No entienden por qué tienen que correr con este gasto. Clara pensaba dirigirse a todos los ministerios posibles —Exteriores, Universidad, Transportes o Sanidad— para pedirles que la Administración se hiciese cargo del gasto. Hay que tener en cuenta que, en la mayoría de los países europeos, como en España, la sanidad pública costea la PCR cuando hay una sospecha de que puede dar positivo, pero no por voluntad de quien la demanda, de ahí que haya que hacerla en un laboratorio privado y pagarla.

El Ministerio de Sanidad se remite al contenido de la orden publicada en el BOE para desentenderse del problema de los estudiantes. Si los que llegan de países considerados de riesgo no lo hacen con una PCR negativa realizada 72 horas antes de aterrizar, se les hará la prueba en territorio español. Gratis, por supuesto, pero acto seguido tendrán que hacerse cargo del coste de una multa que va de los 3.000 a los 60.000 euros.

Estudiantes españoles en Eslovenia, que gastarán parte de su beca Erasmus en volver por Navidad
Estudiantes españoles en Eslovenia, que gastarán parte de su beca Erasmus en volver por Navidad

La intención de Alejandro Torres es ir desde Liubliana a Venecia en bus y, desde allí, coger un vuelo hasta Madrid, para después seguir viaje en tren hasta Pontevedra. «Me parece que deberían darnos una alternativa a la PCR, como un test rápido gratuito en el aeropuerto, ya que es mucho dinero y la beca Erasmus no cubre estas cosas. Además, ningún laboratorio de aquí ni de Italia nos va a asegurar tener los resultados antes de las 72 horas de entrar en España». Su compañera de estudios Iulia Izabela es de A Coruña, y tiene el billete comprado desde hace dos semanas, justo antes de que se confirmase la obligatoriedad de la prueba. «De haberlo sabido, es posible que no lo hubiese comprado, ya que son demasiados gastos». En todo caso, ella justifica la morriña que sienten. «Todos estamos en una situación delicada y queremos ver a nuestras familias», admite. En cambio Zeltia Fernández, que es de Rodeiro y estudia Trabajo Social, decidió quedarse: «Estamos nunha situación excepcional e paréceme pór en risco tanto á xente coa que vou estar en contacto na Galiza como á que me acompaña aquí». Con todo, cree que la prueba debería ser gratuita «para persoas que teñan que entrar na Galiza de xeito obrigatorio e non teñan o poder adquisitivo suficiente para realizala».