¿De verdad responden los candidatos por WhatsApp?

ELECCIONES 2016

Fue Toni Cantó quien puso de moda wasapear con los ciudadanos. Su móvil incluso se colapsó. En Galicia candidatos del PP, PSOE y Compromiso no llegan a tanto pero sí aseguran responder ellos mismos a los mensajes. Defienden que la mayoría son constructivos

13 may 2015 . Actualizado a las 19:26 h.

La moda del wasapeo político español, que, incluso, sorprendió a diarios como The Guardian, se extiende a medida que avanza la campaña. Toni Cantó, exdiputado de UPyD, fue el que llevó el servicio al extremo cuando aún era candidato a la Generalitat de Valencia. El partido magenta promocionó su teléfono para que los ciudadanos pudieran enviarle mensajes y en menos de 20 horas recibió más de 21.000 wasaps. A Esperanza Aguirre también se le colapsó el teléfono con hasta 33.000 mensajes en los primeros días, una avalancha (o unos bloqueos masivos, como apuntan otras fuentes) que le «obligó» a dar de baja el canal de comunicación tan solo un mes después.

Pero pese a estos intentos fallidos, el fenómeno de hablar con ciudadanos vía WhatsApp no se interrumpe. En Galicia, de hecho, candidatos del PP (como la de Cariño, Montse Pérez, o el de Viveiro, Antonio Bouza); del PSOE (como el de Pontevedra, Agustín Fernández, o el de O Carballiño, Francisco Fumega); y de Compromiso por Galicia (como la número uno por Pontevedra, Pilar Dopazo) se han convertido en entusiastas defensores de un sistema que cobra en los concellos más pequeños su verdadero sentido.

La eficacia de la iniciativa a nivel global no está clara. Muchos expertos y ciudadanos recelan del diálogo al creer que difícilmente los candidatos podrán contestar en solitario decenas de wasaps, siendo sus equipos de campaña quienes realmente responden, una suspicacia que cobra sentido en el caso de comunidades o Ayuntamientos de mayor tamaño. Ana Aldea, directora de comunicación de Redlines, compañía especializada en estrategia y comunicación política, lo confirma: «En grandes ciudades al final se meten por el medio empresas que automatizan la respuesta en función del tema. Trasladan al ciudadano la idea de que son ellos los que están contestando cuando en verdad no sucede así. No es un canal de comunicación de ida y vuelta. No se puede gestionar así».

Sin embargo, esta realidad contrasta con lo que sucede en Galicia donde todos los políticos consultados defienden que son ellos mismos quienes atienden personalmente a los mensajes. Hay quien lo hace al terminar la jornada electoral o ya por la noche, antes de dormir, como la candidata popular por Cariño, mientras que otros abogan por apurar los ratos libres para intentar que no quede ningún wasap en el tintero, algo que no siempre logran. «Ás veces a resposta non é inmediata porque é imposible conseguilo», explica Pilar Dopazo. Algunos reciben dos o tres mensajes al día; otros afirman haber acumulado tan solo 20 wasaps desde el inicio de la campaña; pero hay también quien eleva la cifra a más de 30 diarios. El número, en todo caso, crece con los días. 

La candidata de Compromiso en Pontevedra incluso ha facilitado para esta comunicación su propio número personal, un movimiento poco común -y no sin riesgo- entre los políticos.

Pero pese a la reticencia que muchos candidatos aún tienen sobre su uso y sobre el tipo de wasaps que pueden recibir, los políticos gallegos aclaran que la mayoría son constructivos y se basan en el programa electoral o en los problemas de cada municipio. Rechazan haber recibido llamadas a horas intempestivas, comentarios demasiados inapropiados o excesivas bromas aunque no niegan que alguna siempre hay. La candidata popular en Cariño, Montse Pérez, relata cómo uno de los wasaps que recibió le sugería no presentarse, una propuesta que, en todo caso, llegaba tarde y no impidió -asegura- que entablase una conversación con el autodeclarado votante del PSOE. «Esa es la grandeza de este canal, la de poder iniciar un diálogo cordial y próximo con los ciudadanos. Este vecino se sorprendió de que le contestara», incide la política.

Es la cercanía que aporta el sistema y la posibilidad de interactuar lo que todos los candidatos valoran de forma unánime. A través del WhatsApp les llegan sugerencias de jóvenes o de grupos minoritarios con propuestas de todo tipo. «La mayoría son preguntas», confirman. En sus respuestas, elaboradas en base al programa pero en un registro de tú a tú, sin formalismos, los alcaldables suelen huir de la terminología política o de mitin. «É o que demanda a xente», insisten.

Sobre por qué aceptaron embarcarse en esta apuesta digital la mayoría también incide en la necesidad de sumarse a las nuevas tecnologías aunque no rechazan que las diferentes agrupaciones locales recibieron la iniciativa con cierto escepticismo. «O uso das redes sociais conleva sempre un certo risco pero para iso estamos. Non podemos renunciar a unha arma tan poderosa e extendida como é o WhatsApp, esa canle directa e rapido de envío-resposta, envío-resposta. Ata o momento os wasaps que recibín foron respetuosos. A xente fixo un uso axeitado, serio e razoable do sistema», apunta también satisfecho desde Viveiro el popular Antonio Bouza.

Comprobada su eficacia, todos auguran que seguirán con el WhatsApp disponible en el futuro, incluso, si llegan a tener el bastón de mando. «Non hai opción. Temos que ir adaptándonos a este tipo de diálogo», concluye el candidato socialista a la ciudad del Lérez.

Movilización de militantes

Fuera de Galicia, el método de actuación varía según el candidato. Alfred Bosch, quien encabeza la lista de ERC al Ayuntamiento de Barcelona, también se ha sumado al fenómeno del WhatsApp pero dejando claro de inicio que no se responderá a los mensajes. En su caso, por ejemplo, el número habilitado permite enviar aportaciones ciudadanas que la formación, «después de evaluarlas», las reflejará en su programa.

Esta falta de respuesta resta valor a la herramienta a pesar de ser el procedimiento común en grandes capitales. En estos lugares la principal recompensa que el uso del WhatsApp aporta a los partidos es el de servir de idóneo canal de movilización para activistas.  «Para las formaciones lleva siendo la mejor herramienta de difusión desde hace mucho. Permite anunciar citas o mítines y enviar material a tus simpatizantes para que lo cuelguen de forma inmediata en las redes sociales. Yo creo que en esto ahora mismo sería la red social más eficaz, pero como altavoz, no como canal de comunicación», contrapone Ana Aldea.

«Otro aspecto donde el Whataspp resulta muy efectivo es a la hora de lograr clics, es decir, enviar un enlace y lograr que los receptores lo abran. Los resultados son muy buenos, incluso superan a los de cualquier otra red social. En Facebook, el porcentaje de lo que se considería una buena tasa de gente que hace clic y lo lee estaría en un 10 % ; en Twitter, en un 2 %; mientras que en WhatsApp hablamos de tasas del 45 %», explica la directora de comunicación de Redlines.

Desde esta firma se rechazan, además, las críticas surgidas desde ciertas formaciones por la supuesta opacidad que puede implicar el uso del WhatsApp por parte de partidos políticos al no poder verse las demandas que los ciudadanos hacen llegar por teléfono ni opinar sobre ellas. «Considero que la falta de transparencia sería una excusa. Hay comunicaciones que se realizan en ámbitos públicos y privados. Una conversación por WhatsApp sería como una telefónica. Sí es cierto, en cambio, que habrá ciudadanos que se sientan más libres a la hora de formular una pregunta por este método que, por ejemplo, a través de Twitter, donde podría ser pública», explica Ana Aldea. «Al final, en política como en todo hay que valorar el retorno que ofrece una aplicación. ¿Vamos a obtener resultados mejores si utilizamos WhatsApp? Ya nadie duda», concluye.