El PSOE, obligado a pactar con tres grupos para poder gobernar en Lugo

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto LUGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

La imputación de Orozco en la Pokémon dificultará el acuerdo con los socialistas

25 may 2015 . Actualizado a las 12:41 h.

La aritmética facilita que Lugo tenga de nuevo un gobierno municipal de izquierda. El PP pierde tres concejales (cae de 12 a 9) y no consigue que la exitosa entrada de Ciudadanos en la vida municipal (2) resulte suficiente para sumar mayoría absoluta (13). Por el contrario, la izquierda, sí: el PSOE (cae de 11 a 8), Bloque (mantiene sus dos ediles), Lugonovo (entra con tres actas) y ACE-EU (entra en el consistorio por la mínima). La clave para un pacto de gobierno a varias bandas está en la condición de imputado del socialista José López Orozco, porque todos los socios necesarios avisaron reiteradamente de que no pactarán con imputados. ACE, a mayores, aseguró que no pactará con los partidos del bipartito, lo que, obviamente, incluye al PSOE.

Desgaste de las siglas del PP

Al PP de Lugo le pasó factura el desgaste de las siglas. Pero no fue ajena a la caída popular la incapacidad de su candidato, Jaime Castiñeira, de cuajar una figura política con carisma y tirón. Y por si fuera poco, al PP se le han multiplicado los competidores por los votos del mismo caladero. El más peligroso y, a la vez, la esperanza para un posible pacto, resultó ser, como se preveía, Ciudadanos. Pesó la marca, pesó el liderazgo de Albert Rivera y, sin duda, el hecho de que su cabeza de lista era la única mujer que aspiraba a la alcaldía. Para mayor dificultad, Foro Lugo, aunque no logró acercarse al acta de concejal, se llevó seiscientos votos, en números redondos, que salieron de la masa popular. A Castiñeira también se le fueron votos por el agujero de UPyD. Para Jaime Castiñeira el resultado constituye un muy grave revés político, como lo es también para el presidente provincial del partido, José Manuel Barreiro. Al PP le pasó factura también la postura mantenida por la Xunta en relación con los nuevos servicios reclamados para el hospital HULA; miles de personas salieron a la calle en manifestación el pasado día 21.

La Voz

El socialista Orozco cosechó el peor resultado de sus cinco convocatorias electorales. Empezó con 9, logró después una mayoría absoluta, que perdió en el siguiente mandato, para caer hasta los once concejales en el que termina. Ocho ediles para el PSOE devuelven a este partido a los malos momentos municipales. Y además sitúan a Orozco al borde de tener que renunciar a la alcaldía si su partido quiere gobernar en Lugo con el apoyo del resto de la izquierda. Desde el PP se vino asegurando en la campaña que Orozco tenía pactado con el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, ocupar plaza de senador.

Lo que para el gran partido del centro derecha es un desastre, constituye un éxito para esa fuerza emergente en el mismo sector que es Ciudadanos. Que tenía posibilidades de entrar en el consistorio, era opinión generalizada. Que llegase a conseguir dos ediles, no lo era tanto. En el número dos de la lista, Jesús Expósito, manejaba datos que apuntaban en ese sentido. Este expresidente de la junta de personal del Concello, verdadero dolor de cabeza para Orozco y sus gobiernos, suscitó más simpatías que recelos en la familia municipal.

Éxito para el Bloque es lograr mantener los dos concejales que tenía; éxito notable para el jovencísimo cabeza de lista, Rubén Arroxo, un deportista que hizo una campaña que dejó numerosas imágenes frescas.

Y el gran éxito de la izquierda es el de Lugonovo, lista encabezada por Santiago Fernández Rocha, hasta ahora ajeno al mundo de la política. Es el grupo que mejor representa el espíritu de las mareas. Rocha asumió la cabeza de lista porque el mirlo blanco con el que contaban prefirió eludir la responsabilidad.

Y éxito también de EU, que bajo la marca ACE-EU, vuelve al consistorio después de varios mandatos de ausencia.